La economía española creció a un ritmo anual del 3'5% en el primer
trimestre del año, durante el cual se prolongó la «suave
desaceleración» registrada en la segunda mitad de 1998, según las
previsiones del Banco de España. La entidad subraya en su último
boletín de coyuntura que la economía española mantuvo en los tres
primeros meses del año «un ritmo de expansión notable», en un
entorno internacional «no exento de incertidumbre y menos proclive
al crecimiento».
El crecimiento del PIB registrado entre enero y marzo es una
décima inferior al del último trimestre del año pasado (3'6%) y
tres décimas inferior al promedio de 1998 (3'8%). El Banco de
España atribuyó la desaceleración del crecimiento económico a la
pérdida de ritmo de la actividad industrial, ligada a los efectos
negativos de la crisis internacional en el sector exportador.
Según el organismo supervisor, la demanda interna creció, entre
enero y marzo, al mismo ritmo que en el último trimestre de 1998
(4'9 por ciento) o alguna décima por debajo.
El Banco de España hace hincapié en la pérdida de ritmo de la
producción industrial debido a que la actividad manufacturera está
siendo la más castigada por la caída de las exportaciones. «Los
servicios, sin embargo, conservan un tono más sostenido, al que
contribuyen de forma destacada las actividades relacionadas con el
turismo».
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