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El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, suavizó ayer el tono de su sugerencia al Rey en el sentido de que cuando visiten Catalunya pronuncien en catalán la mitad de sus discursos, tras recibir airadas críticas desde el Gobierno, PP y PSOE. Pujol agradeció al Rey el haber sido respetuoso «con el hecho concreto de Catalunya como país» y su lengua «más que nadie y antes que nadie», pero insistió en que si el uso del catalán en sus alocuciones se institucionalizara más, «la realidad de nuestra lengua por parte de toda España sería más eficaz». Si Pujol bajó su tono, el portavoz del PNV en el Congreso lo elevó. Iñaki Anasagasti tachó de «increible» que Don Felipe aprenda «a pilotar aviones cazas» en vez de estudiar las lenguas cooficiales.

Pujol dijo que su «sugerencia» al Rey procedía «del más absoluto respeto». Tras indicar que creía tener derecho a realizarla, agradeció a don Juan Carlos el haber introducido el catalán en sus discursos en 1976, cuando «las cosas eran más difíciles que ahora». «Eso ha representado un gran beneficio que Catalunya en conjunto agradece y yo como presidente de Catalunya agradezco especialmente», destacó. No obstante, insistió en su deseo de ir «un poco más allá en algo que el Rey ya ha hecho» en el «terreno institucional más alto». «Lo único que digo "prosiguió" es que si esto se institucionalizara más, este efecto benéfico de aceptación de la realidad de nuestra lengua por parte de toda España sería más eficaz».