Imagen del singular edificio de madera en venta en la calle Rodríguez Arias. | F.F.

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Hace unos años, una singular construcción de madera llamaba la atención de vecinos y residentes en la calle Rodríguez Arias y proximidades, a las puertas de la barriada de Santa Catalina. Un edificio con garaje, tres alturas y azotea se levantaba ante la sorpresa, principalmente por los materiales utilizados para su desarrollo, sostenibles y comprometidos con el medio ambiente: madera y corcho.

Ahora, ese edificio está en venta, tal y como oferta el portal inmobiliario Bconnected, y lo hace con un precio de 1.250.000 euros. El despacho de arquitectos Munarq -con Rafel y Pau Munar al frente- es el autor de esta construcción, un edificio de cuatro plantas, con tres dormitorios, tres baños y una azotea con vistas al mar, además de garaje y ascensor, finalizada en 2021 tras dar forma a un proyecto iniciado en 2018, como refieren sus arquitectos en su página web.

Imagen del edificio en venta. Foto: F.F.

La madera utilizada para la construcción es de abeto y pino de origen francés, contando con certificado PEFC, siendo el diseño enviado a una empresa gala (Piveteau Bois), que hizo llegar todas las planchas listas para su montaje, del que se encargó una empresa segoviana (Altermateria). Pau Munar, uno de los arquitectos encargados de su diseño, comentaba en una entrevista con Última Hora que cada vez hay más empresas en las Islas que se están especializando en este tipo de montajes. El acabado de la fachada, indicaba el arquitecto, se realizó partiendo de planchas de corcho natural procedente de Portugal, «algo que no se ha hecho nunca», rematado con una pintura de cal. En el interior se mantiene el acabado de madera y no es necesario colocar yeso.

Estamos ante una vivienda diseñada para una sola familia pero en altura, con planta baja y tres pisos, levantada así porque el solar es de pequeñas dimensiones, «por lo que se decidió trabajar con muros de madera contralaminada ya que su grosor es mucho más pequeño al de una estructura convencional y la superficie interior es mayor», indicaba Munar. El citado montaje se ejecutó en apenas dos semanas, «por lo que las molestias tanto a los vecinos como al tráfico disminuyen».

En cuanto al precio de este tipo de casas, explicaba Munar que «aunque cada vez se abaratan más, por ahora son algo más caras que una estructura convencional, pero hay que pensar que dan unas mejores prestaciones». Así, resaltaba Munar, entre las ventajas de la madera, aparte de la facilidad y rapidez de montaje y el menor grosor de los muros, «está también que la repercusión en otras partes del edificio, como su peso, es mucho menor, por lo que implica también un menor impacto en el hormigón de la cimentacion; así como el aislamiento propio de la madera, que permiten una regulación térmica mucho mejor que cualquier otro sistema y disminuye el espesor necesario de aislamiento exterior».

Una de las principales preocupaciones de las personas que se interesan por las casas de madera es la probabilidad de incendios, pero aquí, Munar aseveraba que «estas estructuras están calculadas para poder resistir el fuego igual que una vivienda de hormigón o de acero, sin llegar a caerse».

El arquitecto mallorquín destacaba que «la construcción hace muchos años que sufre un estancamiento y los nuevos sistemas ecológicos y sostenibles deben hacerse un lugar en la confianza de los usuarios, ya que es difícil evitar los prejuicios de los clientes».