Javier Ureña, director general del IB-Salut. | P. Pellicer

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El director general de IB-Salut, Javier Ureña, ha asegurado tener «tranquilidad absoluta» ante la denuncia de los socialistas por renunciar al expediente de reclamación de las mascarillas, afirmando también que «el tiempo podrá a cada uno en su sitio».

Cabe recordar que el pasado viernes el PSIB presentó en un juzgado de Palma una denuncia contra Ureña por presunta prevaricación administrativa, tráfico de influencias y malversación de caudales públicos por la renuncia al primer expediente de reclamación de las mascarillas que se compraron en pandemia a la empresa Soluciones de Gestión, investigada por la Audiencia Nacional.

«Evidentemente, tranquilidad absoluta. Estamos asistiendo durante semanas a la estrategia de confusión generada por algún grupo parlamentario y seguiremos en la línea que estamos de rigurosidad y de intentar esclarecer toda la información que tengamos a nuestro alcance», ha respondido Ureña a las preguntas de los medios de comunicación sobre este tema.

Además, ha recordado que están «en muy buenas manos, en manos de la Fiscalía Europea y en manos de la Audiencia Nacional», entendiendo que se esclarecerá «todo el caso y que el tiempo pondrá a cada uno en su sitio».

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También Ureña ha explicado que la primera reclamación finalizó con una resolución por desestimiento. En primer lugar, según ha dicho, porque no satisface la necesidad de recuperar todo el montante de la operación, sino como máximo 2,6 millones de euros «en el mejor de los casos». En segundo lugar, ha continuado, se decidió desistir de ese procedimiento porque «de algo que no habían informado --el anterior Govrn-- es que había un certificado de correcta ejecución» en el que un directivo del Ejecutivo de Francina Armengol «dice que está todo el contrato ejecutado en plena conformidad y sin ninguna incidencia».

«En definitiva, lo que se pretende es conseguir la declaración de nulidad del contrato. Hay que explotar esa vía y, evidentemente, seguir el trámite correspondiente para conseguir esa declaración», ha insistido Ureña, quien ha sentenciado que lo que no harán es «perdonar ni un euro a la presunta trama corrupta».

Así, ha avanzado que lucharán «por todas las vías» para recuperar el montante de la operación. «En vía administrativa estamos tramitando la nulidad del contrato, lo que permitiría recuperar ese montante total, y por otro lado estamos intentando personarnos en la vía penal porque, si finalmente se demuestra una trama corrupta, también sería nulo el contrato y se podrían recuperar los 3,7 millones», ha explicado.

Para finalizar, el director del IB-Salut ha sospechado que el Govern de Armengol «sabía que no eran correctas» las mascarillas adquiridas «por un informe que tenían del Centro Nacional de Salud». «Un informe que parece que ocultaron posteriormente a la Abogacía de la Comunidad, a la Oficina Anticorrupción, a la Dirección General de Fondos Europeos e incluso a la UCO», ha enumerado Ureña. Por tanto, «de según quien, lecciones ninguna», ha finalizado.