La oferta de la indemnización como garantía se puso encima de la mesa al inicio de la reclamación judicial; seis años antes de que fuera resuelta por los tribunales. La defensa intenta acreditar que no ocultó nada a Hacienda. | P.LOZANO

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La Agencia Tributaria rechazó por ser una «mera expectativa» la oferta de Mattias Kühn para cambiar su deuda con Hacienda por Muleta y la reclamación contra el Govern que ha desembocado en una indemnización de 96 millones de euros. La representación del grupo inmobiliario remitió a finales del año 2018 un escrito a la Agencia Tributaria para solicitar formalmente un fraccionamiento de todas las deudas pendientes de la sociedad y proponer un acuerdo para pagar todo el montante millonario pendiente.

Como garantía del pago aportaban la propia finca, que en aquel momento estaba ya tasada en poco más de 160.000 euros, una vez había sido desclasificada. La Delegación de la Agencia Tributaria de Balears valoró que la finca estaba gravada con tres cargas: una hipoteca a favor de BMN, luego la Sareb, por un valor de 4,4 millones de euros; una hipoteca a favor de la Agencia Tributaria por importe de más de diez millones como garantía por aplazamientos de pago anteriores que habían sido incumplidos y un embargo de la propia Hacienda por importe de 567.762 euros. Ante ese panorama, la administración pública desestimó que Muleta o la posible compensación fueran válidos para servir como prenda y calificaban el valor como una «mera expectativa». En aquel momento se acababa de iniciar la reclamación ante el Tribunal Superior de Justicia por el incumplimiento del acuerdo entre el Govern y el Grupo Kühn en 2013 que sí permitía construir una treintena de chalés de lujo en la finca.

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Esa decisión fue imposible de cumplir porque, de nuevo el Govern cambió la calificación del suelo en 2017 y el suelo fue considerado como rústico otra vez. De ahí deriva la resolución del TSJIB confirmada por el Tribunal Supremo hace un mes que concedía a la sociedad Birdie Son Vida la compensación. El Govern tiene que consignar el pago, algo que se espera sea efectivo en las próximas semanas y que da un amplio margen a Kühn para manejar su imputación por alzamiento de bienes. El empresario está acusado por parte de la Fiscalía Anticorrupción de ocultar bienes a través de una red de empresas para evitar abonar más de 13 millones en deudas con Hacienda que arrastra desde hace más de dos décadas.

Entre los hechos que recoge la Fiscalía en su querella está un supuesto plan preparatorio para desviar los 96 millones y colocarlos en una empresa ajena formalmente a Kühn, para lo que habrían intervenido los dos hijos del empresario alemán y uno de los de Norma Duval. Para responder a la acusación de desvío de fondos, la defensa de Kühn, ejercida por el abogado Jaime Campaner, ha registrado esta semana diversa documentación.

Entre los escritos aportados por la defensa está el expediente de la Agencia Tributaria relativo a la oferta de Muleta y de los derechos sobre la hipotética indemnización, que se ha concretado seis después. Con él pretende acreditar a la juez de Instrucción encargada del caso que no existió una intención de ocultar esta reclamación ni la posible percepción de millones de euros. Kühn está también investigado por delitos de insolvencia punible y estafa procesal.