La deuda total con el fisco roza los doce millones de euros aunque de manera muy desigual entre las sociedades. | Ultima Hora

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El juzgado de Instrucción analiza de la mano de Hacienda la tupida red de más de treinta sociedades que llegó a tener Matthias Kühn en activo para averiguar si la cascada de concursos de acreedores a los que se acogieron fueron una treta para esquivar a la Agencia Tributaria. El empresario alemán está investigado por un posible alzamiento de bienes vinculado a estas declaraciones de insolvencia. En total fueron doce las sociedades las que se acogieron a esta fórmula en dos etapas diferenciadas: las más importantes en el mes de junio de 2016 y el resto, de menor entidad en 2019. Quedaron fuera el resto.

La deuda total con el fisco roza los doce millones de euros aunque de manera muy desigual entre las sociedades. Solo una: Punta de Manresa S.L. tenía pendiente en impuestos, según los datos del Ministerio, 6.938.726 euros. Esta sociedad tenía además uno de los principales activos del grupo, el Castell Manresa en Alcúdia. Durante el procedimiento concursal el bien fue tasado en 19 millones de euros, una cantidad que sirvió en primer lugar para liquidar su hipoteca, una vez se vendió. Le siguen en cuantía Kühn Inversiones, con 1.095.550 euros y Altos la Rápita, con 978.816 euros.

De acuerdo con la documentación mercantil, todo el proceso de concursos se activó el 30 de marzo de 2016. La Sareb había iniciado el año anterior una serie de ejecuciones de hipotecas que habían llegado al ‘banco malo’ desde Sa Nostra y que afectaban a distintas sociedades del grupo. Una de las mayores, por un valor 2,3 millones de euros, estaba garantizada precisamente con la propiedad de Muleta, en el Port de Sóller. Los juzgados de primera instancia llegaron a poner en subasta estos bienes. Como medida de protección, en marzo de 2016, las empresas de Kühn activaron el mecanismo de preconcurso, que protege a las sociedades y les da un plazo de seis meses para renegociar la deuda. Esas conversaciones con la Sareb no prosperaron y el 13 de junio de 2016 se declararon en concurso voluntario una serie de sociedades: Matthias Kühn Inversiones, Altos sa Rápita, Punta de Manresa, Birdie Son Vida, Werner Investments y Residencias Betlem. Todas ellas en el mismo juzgado y compartieron administrador concursal, un despacho de Madrid.

En un segundo momento, en 2019, las concursadas fueron Kühn and Partner Sales, Mac Media, Urbanización Valleluz y Rincón las Gavinas. Los concursos de todas ellas se cerraron por insuficiencia de masa: esto es, en ese momento estaban vacías. La última empresa que pasó por un concurso fue Cielo Bonaire, el único caso en el que la declaración fue forzosa y que también fue liquidada por ese mismo motivo. Todos ellos, en la fase de calificación fueron declarados como fortuitos y sin responsabilidad patrimonial, por tanto por parte del empresario alemán.

La denuncia de Anticorrupción, previa a la indemnización por Muleta, plantea que los movimientos previos a las declaraciones de concurso buscaban evitar la actuación de Hacienda e intentar dejar fue de su alcance las deudas. Kühn aparece desde hace años en las listas de morosos y en 2013 fijó su residencia en Suiza.