Joan Cerdà y Bernat Nadal, del Colegio Oficial de Arquitectos de las Islas Baleares (COAIB).

TW
1

En Mallorca no sólo se crea poca vivienda, sino que la mitad de la que se construye es unifamiliar, lo que no contribuye a solucionar el problema de oferta. De hecho, de las 2.274 nuevas viviendas construidas en 2023, un 2’90% menos que en 2002, el Colegio de Arquitectos de Balears (COAIB) visó 1158 unifamiliares, 6 más que el año anterior (un 0’52 % más), mientras que las plurifamiliares bajaron un 6’22 %, ya que se visaron 1.116 en total, 74 menos que el año anterior.

Además, mientras que la construcción de viviendas unifamiliares está estabilizada y no baja del millar anual desde 2018, la de plurifamiliares va a la baja desde 2019.

La reducción de nueva vivienda protegida fue todavía más pronunciada: de las 93 de 2002 se pasó a 47 un año después, un 49,46% menos, según los datos de evolución interanual de la edificación en Baleares que ha presentado este miércoles el Colegio de Arquitectos de Balears (Coaib).

Más de la mitad de las 1.116 nuevas viviendas plurifamiliares se construyeron en Palma (630),por delante de Cappdepera (66) e Inca (60). La capital y su área metropolitana (Calvià, Marratxí y Llucmajor) acapararon también la mayoría de unifamiliares.

La variante Llucmajor-Campos, según el Coaib, ha propiciado que los municipios líderes en la construcción de unifamiliares en suelo rústico sean Manacor (32), Felanitx (23), Santanyí (19), Campos (18) y Llucmajor (16).

La cifra de nuevas viviendas en 2023, tanto unifamiliares como plurifamiliares, está muy lejos de las 11.672 construidas en 2007, máximo histórico conseguido justo antes de la crisis del ladrillo, y superan de largo las 669 de 2014, si bien desde el COAIB señalan que «vivimos la época de menor creación de vivienda desde que tenemos datos y la tendencia es a la baja», según el presidente de la demarcación de Mallorca, Joan Cerdà.

Tanto Cerdà como el decano del Coaib, Bernat Nadal, y han reclamado más colaboración público-privada y un modelo de urbanismo y vivienda a 30-40 años vista para hacer frente a los principales problemas habitacionales, como la falta de un hogar para los jóvenes, la rehabilitación del parque existente, la reforma de las viviendas vacías para que sean alquiladas con seguridad jurídica e incentivos fiscales y la construcción de más viviendas plurifamiliares y protegidas.

Para el decano del Colegio de Arquitectos de Baleares, Bernat Nadal, los datos del Observatorio son una invitación a la reflexión «En Balears, sólo un 2% de parque de vivienda es pública, mientras que Holanda representa el 30%. Nos gustaría intentar cambiar el término «vivienda protegida» por «vivienda pública». La clase media tiende a desaparecer y las personas necesitan vivienda. Personas con trabajo, estudios y que no pueden adquirir un hogar». Según Nadal, «gran parte del parque de vivienda en Baleares es de las décadas de los 80 y 90 y es ahora cuando debemos aprovechar los fondos europeos Next Generation para reformar y rehabilitar nuestros edificios o viviendas y hacerlos eficientes energéticamente, porque a partir de 2050, Europa no dejará vender ni alquilar aquellos no lo sean».

Los datos del Observatorio Coaib reflejan un «descenso suave» de la actividad constructora en Mallorca, que se redujo apenas un 0’18 % respecto a 2022, con un total de 4.444 obras, la mayoría de las cuales fueron viviendas y reformas (75 %). Subieron los trabajos referidos a anexos de viviendas (7’64 %); polígonos industriales y agrícolas (15’20 %) y locales comerciales y administrativos (9,28 %), mientras que bajaron significativamente los de centros docentes (-54’55 %9 e Instalaciones deportivas (-44 %). En Mallorca, el máximo histórico de obras visadas fue de 5.402 en 2006 y el mínimo se registró en 2012 con 2.474.