La exconsellera del Consell de Funció Pública, Pilar Bonet. | Ultima Hora

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Una familiar directa de Pilar Bonet, la exconsellera obligada a dimitir por un supuesto desfalco millonario en Globalia, ha sido despedida de la empresa por su implicación en el fraude. Según ha podido saber Ultima Hora en fuentes próximas al caso, la joven -que trabajaba en la misma compañía que la expolítica- aparece en al menos dos cuentas bancarias donde se desvió parte del dinero malversado.

Ya durante la fase inicial del arqueo de la auditoría privada que detectó que las cuentas no cuadraban, los investigadores sospecharon que una familiar directa de la expolítica había sido utilizada en la trama. Tras algunas averiguaciones se confirmó, en efecto, que la joven aparecía como cotitular en dos cuentas corrientes de Pilar Bonet donde se desviaron importantes cantidades de dinero desde al menos 2011.

Después de este descubrimiento, la trabajadora ha sido despedida de su puesto de trabajo, donde llevaba algunos años contratada. Ahora, las diligencias tratan de aclarar si esta persona era consciente de que Bonet la había utilizado en la trama.

Mientras tanto, la exconsellera permanece recluida en su casa de Llucmajor y prácticamente ha desaparecido de la vida pública, según cuentan sus amistades y conocidos del pueblo. El ritmo de compras que realizaba a diario, de forma presencial o a través de internet, ha sido acreditado por su entorno laboral, tanto en Globalia como en el Ajuntament de Llucmajor o en el Consell de Mallorca.

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«Era la persona más generosa del mundo, nunca he visto nada parecido. Siempre tenía detalles con todo el mundo y a sus amigas del trabajo les regalaba bolsos, abrigos, ropa y complementos de marcas», ha señalado a este periódico una de sus compañeras de su época del consistorio de Llucmajor. Precisamente no se descarta que la expolítica sufra algún tipo de alteración y que padezca una fijación por las compras compulsivas.

De momento no se ha descubierto que haya comprado casas o vehículos, por lo que los afectados creen que supuestamente se fue gastando el dinero malversado -que podría ascender a 2,7 millones de euros- en pequeñas compras cotidianas y diarias ,por lo que será muy complicado recuperar el importe total.

«Todo se va a aclarar, podré demostrar que soy inocente», declaró Pilar Bonet después de que este periódico desvelara en primicia que había sido obligada a dimitir tras conocerse el escándalo de Globalia.