María José Verdú, regidora de Vox en el Ajuntament de Bunyola y diputada en el Parlament por la formación. | Vox Bunyola

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La crisis política abierta tras la ruptura en Vox Baleares que ha generado la división entre los oficialistas y los cinco diputados que han roto la disciplina de la formación también tendrá efectos dentro de la política municipal. Más concretamente, en Bunyola, en cuyo Ajuntament ocupa un cargo como regidora en la oposición María José Verdú, una de las integrantes de la formación que han instigado la expulsión del grupo parlamentario del presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, y de la presidenta del partido en Baleares, Patricia de las Heras.

Verdú es la única regidora de Vox en el Ajuntament de Bunyola, en la oposición y sin ser trascendente su voto para el equipo de gobierno que forman PP y Som Avi-El PI y que encabeza el alcalde popular Joan Antoni Riera. Desde el consistorio desconocen la situación de la todavía regidora, a expensas de confirmar su expulsión definitiva de Vox y sus consecuencias.

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Verdú ha confirmado que mantiene su acta de regidora en el Ajuntament de Bunyola. Asegura que desde la dirección del partido no se han puesto en contacto con ella «ni he recibido ninguna notificación, por lo que mantengo el cargo como hasta ahora y así continuaré trabajando», ha señalado a este periódico. Sobre el futuro, Verdú no quiere hacer elucubraciones, ya que mantiene que ella continuará como regidora, por lo que todo hace pensar que si llega la anunciada expulsión de Vox, tal y como avanzó ayer la dirección de Madrid, mantendría el acta de regidora no adscrita.

El papel testimonial de Vox en la política municipal de Bunyola únicamente ha tenido visibilidad en lo que llevamos de legislatura a través de la moción presentada el pasado mes de noviembre, instando al Ajuntament a alzar una nueva cruz en honor a los caídos durante la Guerra Civil Española. La propuesta constaba de cinco puntos, de los cuales solo salieron aprobados tres y con una modificación: en lugar de alzar una cruz, instalar una placa. Así, el Ajuntament se comprometió este jueves a «crear una partida en el presupuesto del año 2024 para hacer el proyecto, el estudio y la construcción de una placa en homenaje a los caídos».