Josep Pascual Torrella, presidente de la Asociación de Molinos, en su estudio en Palma. | miquel angel cañellas

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Dice el refranero popular que ‘Nadie es profeta en su tierra’ pero Josep Pascual Tortella ideó en su Mallorca natal el primer aerogenerador conectado a la red eléctrica de España, concretamente en Manacor. Pionero de la energía eólica diseñó los primeros parques de aerogeneradores del Estado que se construyeron en Canarias, Zaragoza y Galicia. Ahora ha inventado y patentado un dispositivo para que los tradicionales molinos de viento de Mallorca generen electricidad. No en vano preside la Asociación de Amigos de los Molinos.

Usted era un rara avis en un mundo, el de los setenta, dominado por el petróleo. ¿Por qué eligió la energía eólica?

—Realmente fue ‘culpa’ de mi mujer. Yo estudié en la Politécnica de Barcelona. En aquella época empezaban los sistemas digitales y era un tema que me interesaba, pero finalmente escogí la energía eólica para hacer mi tesis doctoral porque a mi mujer le gustaba. Vivíamos en Barcelona y ella pensaba en los molinos de Mallorca.

¿Eligió los molinos por amor?

—Sí, elegí por amor los molinos, que han sido mi segundo gran amor.

Cuentan que diseñó usted el primer parque eólico de España.

—Es cierto. Antes de eso diseñamos el primer aerogenerador conectado a la red eléctrica de toda España. Volví a Mallorca a trabajar para Gesa en el sector de Manacor y la tesis del doctorado consistía en hacer un molino. Yo lo diseñé y los alumnos de la escuela de maestría industrial lo construyeron. Fuimos pioneros.

¿Está diciendo que el primer aerogenerador conectado a la red eléctrica de España estaba en Manacor?

—Así es, en la subestación eléctrica de la entrada de Manacor. Era de 1,5 kw pero era muy avanzado porque ya tenía tres velocidades y estaba controlado por un microprocesador (el primero que llegó a Mallorca). Me llegó en piezas y dos compañeros me ayudaron a montarlo. Al final la tesis fue Cum laude.

¿Y acabó diseñando el primer parque eólico del país?

—Sí, Gesa inició un grupo de energías renovables que funcionaba con el Instituto Nacional de Industria de aquella época y con Feliciano Fuster de presidente. Éramos dos mallorquines y dos menorquines que empezamos a hacer aerogeneradores. Viajé a Estados Unidos a ver los primeros parques eólicos de allí y diseñamos el primer aerogenerador de verdad. Al decir 'de verdad' me refiero a que ya no hablábamos de 1,5 kw sino de 30 Kw y tres palas. Los ensayos se hicieron en mi estación y en la Sierra de Alfàbia donde montamos los dos primeros molinos de prueba. Al final 36 de nuestros molinos se usaron en los tres primeros parques eólicos de España en Canarias, Zaragoza y Galicia. No solo fueron los tres primeros de España sino que durante un tiempo fueron también los tres más grandes de Europa.

¿Se puede decir que Mallorca parió los parques eólicos del resto de España?

—Éramos cuatro ingenieros, dos mallorquines y dos menorquines. Baleares abrió el camino en la energía eólica. Hace poco estuve en Estaca de Bares y aquellos primeros molinos aún están pero parecen los hijos del resto de molinos. Los primeros tenían 10 metros de diámetro y 12 metros de altura y generaban 30 Kw. Después Gesa pasó a Endesa y la división de renovables pasó a Madrid. Nosotros ayudamos a diseñar los molinos de 150 kilovatios y de 300 kilovatios y les seguimos asesorando pero los cuatro ingenieros de Baleares decidimos quedarnos a vivir aquí. La historia de los aerogeneradores y molinos de Mallorca acabó ahí, con la alegría de que abrimos camino. Entonces se reían de nosotros porque el gasoil era muy barato y apenas empezaba a aprovecharse la energía solar. Confieso que nunca creímos que la energía eólica llegara a tener el potencial que tiene hoy.

Y mientras tanto los molinos tradicionales iban desapareciendo en la Isla

—Lamentablemente es así. Nos hicimos socios de la Asociación de Amigos de los Molinos que actualmente presido y que ha cumplido ya 52 años. Tenemos identificados unos 600 molinos de viento harineros en Mallorca y unos 3.000 dedicados a la extracción de agua. Están distribuidos en tres zonas muy delimitadas: Sant Jordi-Son Ferriol, Campos-Ses Salines y sa Pobla-Muro-Búger. El principal problema es que como han perdido su utilidad se van destruyendo.

¿Qué se puede hacer para evitarlo?

— Empezamos a hacer rutas turísticas, pero no era suficiente. Se restauraron algunos en 1979 y 1980 pero hablamos de restauraciones estéticas no de maquinaria. Vimos que el problema es que si los rehabilitas pero no les das un uso al cabo de unos años se vuelven a degradar.

Ahora han diseñado un prototipo para darles un nuevo uso.

— Sí, un solo molino puede producir instalando este generador 15.000 kw al año con vientos de 5 metros por segundo de media anual. Para que la gente se haga una idea. La energía que produce basta para abastecer tres viviendas rurales y un coche eléctrico circulando dos años por Mallorca. Ahora con ayuda del Govern se instalará en varios molinos de la marjal en sa Pobla, Muro y Búger. Lo tenemos patentado y ya nos han contactado de Creta, Malta y Fuertementura porque tienen un problema de pérdida patrimonial parecido al nuestro.