Hilera de pellets y otros residuos en la playa de Cavalleria, en Menorca. | Josep Bagur Gomila

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El GOB ha informado este viernes de que detecta pellets (las pequeñas bolas de plástico que han sido vertidas por decenas de toneladas en la costa española del Atlántico y el Cantábrico) de manera regular desde hace tres años en playas de Mallorca (bahías de Alcúdia, Pollença y Palma) y Menorca.

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La organización ecologista trabaja activamente en el seguimiento de la contaminación de microplásticos a través del protocolo ofrecido por la plataforma Observadores del Mar. En este trabajo, se filtra la arena de playas (una labor en la que también participan niños y jóvenes) para comprobar su composición. De este modo, el GOB ha constatado que la arena filtrada presenta cada vez más residuos plásticos que biológicos. Así, el GOB destaca que los pellets han estado presentes en casi todos los recuentos mensuales que se han realizado durante tres años, desde 2020, en ambas islas.

Para la organización ecologista, «todo indica que su origen se encuentra en las costas catalanas, concretamente en el complejo petroquímico de la costa de Tarragona. En este tramo litoral, la playa de Pineda de Vila-seca, la más cercana al complejo petroquímico, presenta volúmenes enormes de pellets. Ya es conocido que los alrededores de estas instalaciones petroquímicas están llenos de estas pequeñas bolas de plástico. Las lluvias las arrastran hasta acabar en la playa y en el mar. A partir de aquí, las corrientes marinas hacen el resto hasta Baleares».