Turistas alemanes siguiendo las evoluciones de su selección de fútbol en Playa de Palma. | Teresa Ayuga

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Los dos principales mercados turísticos para España y Baleares, británicos y alemanes (con el orden invertido en el caso del Archipiélago) han mostrado en 2023 una evolución asimétrica en relación a sus tradicionales destinos prepandémicos. A nivel estatal, el sector continúa preocupado por no haber sido capaz de recuperar las llegadas de 2019, mientras que en Baleares sucede todo lo contrario: el retorno de los turistas perdidos con la COVID es un hecho e incluso se han superado levemente aquellas cifras.

«El grado de fidelidad es tremendo y además la oferta es cada vez mejor», declaraba a este medio el consejero de la Embajada de España en Berlín, Álvaro Blanco, quien cifró además en una caída del 18 % los viajes de los alemanes a nivel mundial en comparación con la época prepandémica.

Asimismo, el sector turístico alemán estima en un 4 % la tasa de crecimiento de los viajes de placer de los ciudadanos del país de cara al nuevo año. Así lo ha confirmado la Asociación Alemana de Viajes (DRV). Parte importante de ese crecimiento, añade, afectará a los viajes de largo radio, concretamente hacia los continentes asiático y americano. Por lo que respecta a Baleares, no hay visos de que el volumen de llegadas vaya a menguar, sino más bien lo contrario. Por lo pronto, el gigante de la turoperación TUI ha planificado una temporada en la que traerá a las Islas a más de dos millones de viajeros, la cifra más alta en los cerca de 60 años de relación entre la compañía y el archipiélago balear, ya que supera el techo de los 1,9 millones alcanzado en las últimas temporadas.

Es decir, que las Islas ni se han enterado de esta recesión global que el turismo alemán ha atravesado en los dos años posteriores a la crisis sanitaria; los efectos de la inflación y de la crisis económica alemana apenas han influido, a tenor de las estadísticas, en la relación de este mercado con Baleares.
Algo parecido ha sucedido con los visitantes de Reino Unido, que han huido de otras comunidades autónomas en favor de destinos más económicos como los ubicados en Grecia, Portugal, Egipto o Turquía en una reorientación de preferencias de la que Baleares ha salido indemne.

Así, entre ambos mercados sumaron hasta noviembre un total de 8,2 millones de llegadas a las Islas, lo que supone un incremento del 8 % con respecto a 2022 y del 1 % (90.000 llegadas más) con respecto a 2019, dato que confirma su completa recuperación. Por contra, las 26,6 millones llegadas computadas en España durante ese mismo periodo están todavía un 4 % por debajo de las de 2019. Concretamente, el sector se queja de que le siguen faltando 1,2 millones de turistas de estas nacionalidades.

Como dato significativo cabe destacar que prácticamente uno de cada dos alemanes que llegaron a España el año pasado (10,2 millones) eligió Baleares para pasar sus vacaciones (4,5 millones).

Pese al papel clave que alemanes y británicos juegan en tanto en la industria turística balear como en la estatal, que las llegadas internacionales totales hayan batido todos los récords en 2023 demuestra el creciente protagonismo de otros mercados al alza. En Baleares destaca el incremento de visitantes franceses (+10 %), suizos (+19 %) o estadounidenses (+25 %).