La diputada de Vox Idoia Ribas. | Teresa Ayuga

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Vox sube el precio por mantener el apoyo de sus diputados a Marga Prohens. Los socios del PP alertaron este miércoles a la presidenta que la aritmética parlamentaria ha cambiado y que ya no tiene más votos que toda la izquierda junta como la presidenta ha venido recalcando desde que se celebraron las elecciones autonómicas. Por tanto, Vox recuerda que a Prohens ya no le basta con la abstención de sus diputados, sino que ahora necesita que voten que sí para que las iniciativas no decaigan, como ha pasado en la votación presupuestaria de estos días.

El cambio se ha debido al anuncio del diputado de Formentera, Llorenç Córdoba, de que ya no dará un apoyo incondicional al PP. Si Córdoba vota con la oposición, los Presupuestos solo saldrán adelante con el voto afirmativo de los socios de Marga Prohens.

Fuentes de Vox afirman que la negociación de presupuestos entre ambos partidos se planteó para que esta formación se abstuviera, no para dar un sí a unas cuentas con las que no están de acuerdo. Si el PP quiere el voto afirmativo de Vox deberá aceptar muchas de las enmiendas que han ido quedando por el camino durante la tramitación en comisión porque el PP no les ha dado apoyo y por eso han decaído y no se han incorporado al texto.

Sube la puja

Vox sube la puja para aprobar los Presupuestos y ya no le basta con la enmienda de 20 millones de euros para la libre elección de lengua. «Una cosa es una abstención y otra muy diferente un voto positivo», aseguran desde la formación.  El partido lleva días negociando tanto con los portavoces del PP en el Parlament, Sebastià Sagreras y Marga Durán, como con el vicepresident y conseller d’Hisenda, Antoni Costa. Lo que en estos momentos se negocia ya no es la abstención sino el voto afirmativo de los siete diputados que tiene Vox en el Parlament.

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La negociación sigue sin cerrarse a la espera del pleno que comienza la semana que viene en el Parlament. «Estos no son nuestros presupuestos», insisten desde la formación de extrema derecha. Las condiciones que ponen ahora para dar un sí, además de la enmienda de los 20 millones para la elección de lengua, pasan, por ejemplo, por la incorporación de una serie de medidas fiscales que el PP ha rechazado hasta el momento. Algunas de ellas son el aumento de la desgravación del 30 % de los ingresos para los propietarios que alquilen una vivienda, con un límite de 3.600 euros, o una desgravación similar para los gastos por cuidados de personas de más de 65 años.

En Vox piden al PP que apoye estas enmiendas, pero también alerta de que su voto a favor no será gratis porque están en contra de algunas de las medidas que figuran en el proyecto. Insisten en que no votarán a favor de todo el texto porque es un presupuesto elaborado solo por el PP sin el concurso de Vox.

Mientras tanto, el portavoz de los ‘populares’, Sebastià Sagreras, que está al frente de la negociación con Vox, insiste en que la semana que viene habrá acuerdo y se podrán aprobar las cuentas. Enmarca en la «normalidad parlamentaria» que los diferentes grupos sigan negociando para que se incorporen a las cuentas del año que viene el máximo número de enmiendas posible, no solo de Vox, sino de todos los grupos parlamentarios.

No se sabe muy bien qué puede pasar en las votaciones del pleno de la semana que viene a la espera de ver qué hacer finalmente Llorenç Córdoba. El diputado de sa Unió no ha acudido al pleno en las dos últimas semanas y su ausencia permitiría a Prohens sacar adelante las cuentas si cuenta con el apoyo del diputado tránsfuga de Vox, Xisco Cardona. En cualquier caso, la situación es mucho más inestable para Prohens que hace unas semanas, incluso aunque logre sacar adelante los Presupuestos si finalmente cierra el acuerdo con la dirección de Vox.