Todas las actividades del proyecto enfocado en Tramuntana benefician a la sociedad. Como se ve en la imagen sobre estas líneas, unas alumnas arreglan un muro de ‘pedra en sec’. También hacen tareas para ayudar a la fauna y flora locales.

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Reforestar, ayudar en tareas contra la plaga del ‘banyarriquer’ que afecta a los encinares de la Serra de Tramuntana, rehabilitar cases de carbonero y limpiar caminos de montaña, así como construir y habilitar cajas nido para fomentar la reproducción de aves en los bosques. Estos son solo algunos ejemplos prácticos que los alumnos de Secundaria del Col·legi Sant Antoni Abat de Son Ferriol trabajan desde que la dirección apostó hace siete años por el Aprendizaje y Servicio, una pedagogía que implica enseñar a través de hacer servicios comunitarios.

Las acciones en la Serra forman parte del primer proyecto que pusieron en marcha, y al que se han ido sumando otros cuatro en los que se trata la soledad entre la gente mayor o se promueven campañas de donación de sangre. También los hay que buscan mezclar a alumnos del centro de diferentes edades para evitar conflictos en el patio o mejorar el aprendizaje de leer y escribir, con los estudiantes de Bachillerato como referentes. «Se fomenta el compañerismo, la autonomía de cada alumno y salen de la clase, lo que implica una toma de contacto con el mundo real», explica la profesora y coordinador de estas iniciativas, Susana Mendieta. El Sant Antoni Abat, que forma parte de la red de Col·legis Diocesans de Mallorca, es uno de los centros que más apuestan por esta pedagogía y de los primeros que la empezaron a aplicar.

«Lo acogimos como un experimento, con dos o tres compañeros y dos clases participantes, pero funcionó tan bien que a día de hoy casi todo el profesorado está implicado», asegura la docente, y recuerda que esta forma de enseñar sigue siendo poco conocida, aunque cada vez hay más centros que la aplican. De hecho, la nueva ley educativa contempla esta fórmula.

El proyecto centrado en Tramuntana este curso tratará la importancia del agua, poniendo el foco en su uso. La iniciativa es interdisciplinar porque los alumnos trabajarán aspectos de asignaturas como matemáticas, biología, física, química, geografía, historia, lengua castellana y catalana, tecnología y plástica. «Todo lo que hagan se acabará exponiendo en el centro para poner en valor y mostrar el trabajo hecho», apunta Mendieta, y señala que con estas salidas facilitan el contacto de los alumnos con la Serra, porque «les queda lejos y muchos no la conocen».

Por otra parte, los alumnos también diseñarán juegos didácticos para los ancianos del Hospital Sant Joan de Déu de Palma y acudirán a charlas de concienciación sobre la soledad que padece la gente mayor. En esta línea, otro de los proyectos que se imparten en el centro va sobre preparar una campaña de donación de sangre, en colaboración con el Banc de Sang i Teixits, para analizar la importancia de este gesto, que ayuda a salvar vidas. Al ser menores, los jóvenes se limitan a organizar y explicar a los donantes información sobre el proceso. «Es una manera diferente de enseñar y trabajar en la cual los niños se involucran más», asegura Mendieta.