Los jóvenes de Palma se enganchan a las pantallas a los doce años. | ARCHIVO

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El 16,24 % de los alumnos de educación secundaria que participaban en un estudio sobre su situación presentaban un trastorno de salud mental y han tenido que ser derivados servicios de salud mental infanto-juvenil. Es la conclusión del estudio PROCARE, que se ha realizado en 43 centros educativos públicos y concertados para evaluar el estado de la salud y bienestar emocional de su alumnado. Han participado un total de 1.065 adolescentes y sus familias, que fueron evaluados en la primera fase de la iniciativa.

El resultado es que 348 adolescentes se encontraban en un buen estado de salud mental y bienestar emocional (32,67%), 406 presentaban factores de riesgo de desarrollar problemas emocionales en el marco de la prevención selectiva (38,12%), 137 evidenciaban factores de alto riesgo en el marco de la prevención indicada (12,86%) y 173 presentaban un trastorno mental, siendo éstos últimos derivados a servicios de salud mental infanto-juvenil (16,24%).

Bullying y adicciones

El Govern informa en un comunicado de que a los adolescentes con riesgo o alto riesgo de sufrir problemas emocionales se les ofreció la participación gratuita en los talleres preventivos de este programa. Estos talleres constan de ocho sesiones del módulo general, y cinco módulos adicionales personalizados a las necesidades individuales de los participantes, dentro del modelo de medicina personalizada, para abordar factores de riesgo como situaciones de rechazo, bullying y ciberbullying o adicciones a videojuegos y nuevas tecnologías, que son parte de la causa de los trastornos.

También se enseñan hábitos de vida saludable relacionados con la alimentación, la imagen corporal y el sueño; situaciones de estrés: ecoansiedad y ansiedad ante los exámenes; y alta emoción expresada en las relaciones filioparentales, destinado éste último a los padres y madres de los adolescentes.

La directora general de Primera Infancia y Atención a la Diversidad, Neus Riera; la directora del Institut per a la Convivència i l’Èxit Escolar, Aina Amengual, y el catedrático de Psicología de la Universidad de Jaén y responsable del programa PROCARE    presentaron los resultados. La iniciativa que se ha llevado a cabo en Baleares viene avalada por la experiencia de PROCARE, proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, en el que participa un equipo de investigadores de la UJA, encabezado por Luis Joaquín García, Lourdes Espinosa y José Antonio Muela y Mar Díaz, la investigadora de la Universidad de Miami (EE.UU), Jill Ehrenreich-May, así como un equipo de la Universitat Rovira i Virgili, dirigido por Josefa Canals y un equipo de la Universidad Miguel Hernández.