Una obra singular. El edificio fue diseñado en 1963 por José Ferragut, uno de los representantes más importantes de la arquitectura moderna de la Isla.  | M. À. Cañellas -

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El edificio de Gesa en Palma siempre le ha impresionado. Todos los días, de camino al trabajo, Marie Czyppull quedaba cautivada por sus formas y su iluminación con el sol de la mañana. Por esta razón, esta estudiante de arquitectura alemana ha decidido dedicar su tesis de licenciatura a explorar cómo llenar de vida la ‘caja de cristal’ .

El año pasado hizo unas prácticas de nueve meses en Mallorca para estudiar diseño de interiores. Durante ese tiempo conoció y se enamoró de la Isla. «Sigo sintiendo una fuerte conexión con Mallorca», afirma esta joven de 24 años que estudia en Detmold. Cuando buscaba un tema para su tesis, recordaba la vista del edificio cada mañana. «Pensaba mucho en esa estructura. Para nosotros, los arquitectos, es mejor y más interesante trabajar con un edificio existente, sobre todo desde el punto de vista de la sostenibilidad».

Aprovechamiento

Tiene claro que, pese a su abandono, es un espacio idóneo para usos sociales, un lugar «accesible para todos, donde la gente se sienta cómoda, que fomente la democracia y la interacción social». Czyppull cierra los ojos, visualiza los metros y metros cuadrados de suelo que podrían renacer con conciertos y lecturas, espacios para el deporte o el co-working. Sueña con un lugar donde la gente pueda reunirse.

Mediante una encuesta en línea, que ha realizado en alemán y español, analizará primero los deseos de la población local. «¿Cuántos mallorquines estarían interesados en un lugar así? ¿Qué actividades les gustaría ver en él?» son algunas de las preguntas que plantea la joven. Actualmente también hay –una vez más– movimiento a nivel político y el gobierno de Palma ya ha expresado su intención de convertirlo en un centro cultural.

Compra del edificio

El teniente de alcalde Javier Bonet declaró la semana pasada que las negociaciones para adquirir el edificio estaban «muy avanzadas». «En breve» se redactará un contrato con el anterior propietario, Endesa. El precio de venta ronda los 25 millones de euros. El tira y afloja político en torno al edificio no es nuevo. A menudo se ha convertido en tema de campaña electoral, ha habido disputas legales, incluso, pero sigue ahí, imponente.

Diseñado en 1963 por José Ferragut, uno de los representantes más importantes de la arquitectura moderna de la Isla, el edificio se inauguró en 1975 y hasta 2007 la ‘caja de cristal’ albergó la sede de Gesa. Está catalogado desde el año 2014. Ubicado en un espacio destacado, en primera línea de mar, «se está deteriorando y es una pena», concluye Marie Czyppul.