Imagen de archivo de la playa de Cala Millor, en el Llevant de Mallorca. Foto: Patricia Lozano | plozano

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Un estudio del Observatori de Sostenibilitat de Mallorca, de Mallorca Preservation, ha calculado que la huella de carbono per cápita de los turistas de Mallorca en 2022 fue de 11,2 toneladas de CO2, mientras que la de los residentes fue de 5,8 toneladas. De este modo, el impacto ambiental per cápita de los turistas prácticamente duplica (un 93 % más) que el de los residentes.

El estudio también determina el Indicador de Presión Humana (IPH) de Mallorca en 2022. El IPH promedio determina el número de personas por día y kilómetro cuadrado. El año pasado, el IPH fue de 3.309 personas por día y kilómetro cuadrado, superando por primera vez la barrera de los 3.000. El año anterior, el indicador fue de 2.823 personas por kilómetro cuadrado y día. El incremento fue del 17,2 %.

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El Observatori de Sostenibilitat de Mallorca recoge datos de la Agència d’Estratègia Turística de les Illes Balears, que señala que Mallorca recibió en 2022 un total de 16,5 millones de turistas. El día 5 de agosto de ese año se concentraron en la Isla, entre residentes y turistas, 1,4 millones de personas. En el conjunto de las Islas, simultáneamente, se superaron los 2 millones.

El estudio distribuye la huella de carbono entre los diferentes usos y consumos. Así, de la huella de carbono per cápita de la población turista en Mallorca en 2022, el transporte representó el 45 %, mientras que el consumo de energía supuso el 35 % y la generación de residuos, el 20 %.
Para calcular la huella de carbono per cápita de los turistas, además de la cantidad global de 16,5 millones de visitantes, se utilizaron los siguientes datos: duración media de la estancia de 8 días; consumo medio de energía de 3,5 kilovatios/hora al día; consumo medio de 200 litros de agua al día; consumo medio de transporte de mil kilómetros por persona; y generación media de residuos de 1 kilo al día.

Por su parte, la distribución de la huella de carbono de los residentes es muy similar a la de los turistas, aunque lo que hace el estudio es determinarla por cápita. En cualquier caso, de la huella de carbono per cápita de los residentes, el transporte representó el 40 %, mientras que al consumo de energía se le atribuye el 35 % (mismo porcentaje que los turistas) y a la generación de residuos, el 25 %.
Es decir, los residentes generan más residuos, pero, lógicamente, en su huella de carbono pesa menos el transporte.

El apunte

Compensar y minimizar impactos

Para el Observatori de Sostenibilitat de Mallorca, «es vital conocer y visualizar cómo el flujo de personas tiene un efecto sobre la Isla y cómo la evolución del IPH nos permite comprobar que los Objetivos de Desarrollo Sostenible de 2030 sólo podrán asumirse si aprendemos a minimizar el impacto ambiental y compensar los efectos del incremento de un elevado consumo de energía, un transporte creciente y una tasa de generación de residuos muy alta. En el caso de Mallorca, el aumento del IPH plantea una serie de retos para la conservación del medio ambiente».