La protesta provocó numerosos destrozos en la plaza y zonas adyacentes.

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La Audiencia Provincial juzgará la próxima semana uno de los incidentes más graves ocurridos en Palma durante la Pandemia: un botellón en plaza de España que quebrantaba el toque de queda y que terminó en una protesta no autorizada y en fuertes enfrentamientos de un grupo de jóvenes con la Policía Nacional y la Policía Local de Palma. El episodio ocurrió el ocho de mayo de 2021, cuando se levantaba uno de los estados de alarma a nivel nacional pero persistía un toque de queda en Balears. Unas trescientas personas se concentraron en la plaza y se negaron a ser desalojadas por la policía. Lanzaron objetos a los agentes y, al dispersarse montaron barricadas en las calles adyacentes.

La concentración arrancó con un carácter festivo, una especie de macrobotellón similar al que se llevaba a cabo en otras ciudades españolas donde no había toque de queda en ese momento. Varios grupos de personas se desperdigaron por calles adyacentes y se atrincheraron en Eusebio Estada o la calle Balmes.

La fiscalía acusa a nueve personas por participar en ese tumulto de delitos de desórdenes públicos y de atentado a la autoridad. Reclama para siete de ellos condenas de dos años y tres meses de cárcal. Para otros dos, la petición es de tres años. La calificación recoge que varios agentes resultaron heridos por lanzamiento de objetos y golpes.