Un juzgado de lo Mercantil de Palma obliga a una empresa de transporte a indemnizar con 15.000 euros a la dueña de un caballo que murió durante un traslado de Barcelona a Palma. La sentencia considera lo ocurrido «una grave negligencia por parte de la demandada». El incidente ocurrió en octubre de 2021. El caballo fue trasladado con otro en barco. Al llegar a Mallorca fue trasladado a un corral de la propia empresa de transporte y allí fue dejado suelto junto al otro animal. Este atacó al otro caballo y los daños que sufrió llevaron a que la veterinaria que le atendión recomendara sacrificarlo para que no sufriera.
La empresa de transporte reconocía el indicente pero, en su defensa, pretendía dejarlo fuera del contrato por el que se trasladó al animal. El argumento es que eso ocurrió en su corral porque la dueña del animal no había ido a recogerlo. Ésta lo negaba: su demanda sostenía que la empresa se había comprometido a entregar al animal en su finca, en Sa Pobla y que no lo hizo por problemas de organización con los envíos y que, por tanto, el equino estaba aún en tránsito cuando fue herido y tuvo que ser sacrificado.
La magistrada que ha resuelto el caso cree en esta versión y valora la testifical del empleado que dejó a los dos caballos juntos y sueltos porque creía que se conocían y no corrían ningún peligro. Este trabajador sostuvo que se fue ha hacer otras entregas y postergó para más tarde del animal afectado. En todo caso, la magistrada entiende que la responsabilidad del transportista «solo podría salvarse de haberse acreditado que la dueña fue advertida del riesgo que corría el caballo y lo hubiera aceptado, extremo que no se considera acreditado». La sentencia condena a la transportista a indemnizar por el valor del animal, el coste de su asistencia veterinaria y el propio contrato de transporte.
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Transportistas iguam que los seguros. Mientras todo va bien todo esta bien.