Una parte de los alumnos colgaron carteles críticos con la gestión política del Govern la semana pasada.

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Los alumnos del Centre Integrat de Formació Professional Nauticopesquera de Palma han anunciado este miércoles que la semana que vienen reactivarán la protesta que habían desconvocado esta semana porque Conselleria d'Educació les había dicho que contrataría a tres docentes nuevos. Sin embargo, al ver que era una «chapuza», han decidido que volverá a amenazar al Govern con esta manifestación prevista ante la Conselleria, previsiblemente el martes.

Hasta 126 alumnos, prácticamente todos los que estudian en el centro, solicitan que se garantice la homologación de su titulación, que está amenazada porque cuatro docentes obtuvieron una plaza de funcionario tras la estabilización de interinos, pese a no tener la especialidad necesaria para dar clases en el centro. Se trata de una psicóloga, una pianista, un químico y un ingeniero que no tienen el título de Marino Mercante, que es un requisito para que, al finalizar sus estudios, los alumnos obtengan la homologación de sus estudios.

«El martes nos anunciaron que mandarían tres profesores al centro, aunque al final solo han venido dos. Uno de ellos cubrirá la plaza de un profesor que lleva 7 años dándose de baja y de alta cada curso, lo cual no entra como una solución a nuestro problema», ha explicado Michael Méndez González, portavoz de los alumnos afectados. El otro docente contratado tiene formación en Electromecánica. Cubrirá media jornada de la pianista y apoyará al químico, que al tener algo de conocimientos es el único que está dando clases pese a no tener la titulación requerida. «El Govern paga a dos profesores para una sola plaza, nos basta con uno que sepa lo que hace», comenta Méndez.

El estudiante, que tiene casi 37 años y dejó su trabajo para formarse en el centro, también ha comentado que el tercer docente que la Conselleria ha contratado tiene una formación que tampoco es la necesaria, por lo que Méndez valora todo esto como una «chapuza» para que los alumnos desactivaran la manifestación, pero «a falta de solucionarlo, lo han empeorado».