Un grupo de flamencos en aguas de s'Albufera. | Matias Rebassa

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Un año después de documentar por primera vez en la historia la cría de flamencos rosas en el Parque Natural de s'Albufera de Muro, la población de este ave se reproduce a pasos de gigante. El director del parque natural, Matias Rebassa, informa de que en 2023 se han contabilizado ya 40 pollos de flamenco, 38 más que en 2022. Lo que a priori puede parecer una buena noticia, es en realidad la consecuencia de la salinización del parque natural y el retroceso de agua dulce y el cañaveral.

«Acabamos de terminar el recuento de especies y parece que ha sido un buen año para especies propias de aguas saladas (como las cigüeñelas, los chorritejos y también los flamencos)», dice Matias Rebassa. «Siguen aumentando sus poblaciones por la salinización y en cambio las propias de aguas dulces y de cañaveral están en retroceso», explica.

El director del parque natural cuenta que, tal y como ocurrió hace un año cuando nacieron las dos primeras crías de flamenco rosa, los polluelos se encuentran en «una zona muy apartada del parque y solo se les puede ver con telescopio y desde muy lejos». Por eso de momento no hay fotografías.

El equipo del parque natural observó por primera vez en mayo de 2022 a un grupo de flamencos adultos que aparentaba estar incubando huevos en esa misma zona, apenas visible para los telescopios. Transcurridos unos veinte días los flamencos dejaron de incubar y se confirmaron las sospechas. Los biólogos observaron que dos adultos iban ya acaompañados por dos polluelos que aún no podían volar.

La gran incógnita entonces era saber si se trataba de un hecho anecdótico o si bien la cría de flamencos tendría continuidad teniendo en cuenta que se trata de aves nómadas. Las cifras de este 2023 no dejan lugar a dudas. El director del parque natural recuerda que es un indicativo de la salinización paulatina que sufre s'Albufera desde hace veinte años y que se ha acelerado con la sobrexplotación de los acuíferos y el cambio climático. La salinización afecta especialmente a la parte norte del humedal.

Presente en África, Oriente Medio, la India y en buena parte del Mediterráneo, el flamenco es un ave nómada que se alimenta filtrando con su pico el sedimento de las aguas salinas o salobres. De este modo elimina el agua y la tierra y atrapa en cambio las algas y los pequeños crustáceos que le otorgan con sus pigmentos el característico color rosado que luce especialmente en su periodo reproductor.

Este típico plumaje coloreado ayuda a diferenciar la edad de los ejemplares. Las crías menores de un año de edad tienen el plumaje blanco marrón y negro. Los jóvenes no reproductores son mayoritariamente blancos con un ligero tono rosado y los adultos reproductores son los que tienen un color rosa más llamativo.