Imagen de este miércoles en Cabrera, una jornada marcada por temperaturas que rondan los 36 y 38 grados. | Joan Dols

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La ola de calor tiene los días contados. Alegría para unos, tristeza para otros. El domingo se producirá un cambio de tendencia en Baleares con la llegada de un frente frío de la Península que puede dejar lluvias, posibles tormentas, incluso granizo, así como un descenso pronunciado de las temperaturas. Será el momento de guardas las toallas de playa, sacar el chubasquero e incluso alguna chaqueta, ya que pasaremos de los 38 grados que soportamos esta semana a máximas que rondarán solo los 27 grados.

Hasta que eso ocurra, el calor será el protagonista estos días y «seguiremos con las altas temperaturas», según el portavoz adjunto de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Baleares, Miquel Gili. Los termómetros se mantendrán en torno a los 32 y 38 grados, en especial en el interior de Mallorca, mientras que las temperaturas mínimas rondarán de los 20 a 27ºC. No será hasta el sábado cuando notemos una leve mejoría, cuando los mercurios descenderán mínimamente, hasta los 34 grados. Un mínimo alivio después de esta ola de calor.

El domingo dará un vuelco la situación climatológica. La llegada de un frente frío, posiblemente durante la tarde, dejará un descenso pronunciado, pasando a máximas de 27 grados la próxima semana. Según la Aemet, está previsto que ya no volvamos a recuperar las temperaturas de esta semana, típicas de una ola de calor. Así, como es habitual en septiembre, entraremos en un periodo de inestabilidad con chubascos habituales provocados por el embolsamiento del aire frío procedente del Atlántico.