Los galardones se entregaron el año pasado en diciembre. | Archivo

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El Consell de Mallorca cerró este martes el plazo de presentación de los candidatos a recibir los galardones que concede cada año la institución. El conseller de Presidència de la institución, Antoni Fuster, explicó que se cerraba el plazo para presentar los candidatos a la Medalla d’Honor i Gratitud de la Isla de Mallorca, que puede concederse tanto a personas individuales como a corporaciones y entidades colectivas públicas o privadas. También se elegirá a la Hija o Hijo Predilecto de la Isla de Mallorca, para lo que deberá presentarse una concurrencia de méritos «de excepcional calidad» y está destinado a personas nacidas en Mallorca. El galardón pensado para quienes no han nacido en la Isla es del de Hijo Adoptivo de la Isla de Mallorca. También se debe aportar una concurrencia de méritos de excepcional calidad.

También se propone un diploma de Servicios Honoríficos, que está destinado a personal funcionario o laboral que se haya distinguido en el cumplimiento de sus servicios a la corporación. El Consell concede cada año los Premio Jaume II a las personas o entidades que durante el 2022 hayan actuado de manera destacada para promocionar los símbolos, los referentes históricos o el nombre de Mallorca, según se señala en la convocatoria de los premios. Por ahora no se conocen cuántos galardones se concederán pero tampoco se sabe ni siquiera cuándo se entregarán.

Fuentes del Consell precisaron ayer que no está claro si los galardones se concederán el 12 de septiembre, fecha en la que se celebraba la Diada de Mallorca hasta que el pacto de izquierda cambió la fecha al 31 de diciembre. En cualquier caso, aunque este año no se celebre el día 12 porque tal vez no dé tiempo a revocar la fecha de la Diada y convocar los actos oficiales, lo que sí está claro es que la fecha cambiará porque el pacto PP-Vox fija que la fiesta oficial de Mallorca se celebrará de nuevo el 12 de septiembre, fecha en la que se conmemora la firma del Rey Jaume II en 1276 de la Carta de Privilegis y Franqueses, con la que Mallorca inició su etapa como reino soberano. El PP y el resto de partidos de la oposición seguía celebrando todos los años la ofrenda floral al Rey Jaume II en la Seu en esa fecha.