Omar Niang y su banda interpretan 'Sola' en la calle Jaume II de Palma. | Pere Serra

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Mucho antes de que el Muro de Berlín se hiciera añicos, que las Torres Gemelas desaparecieran para siempre o que el coronel Tejero irrumpiera en el Congreso de los Diputados armado con una pistola, había en Palma un hombre con una guitarra. Ese es el músico senegalés Omar Niang (Senegal, 1958), un artista que desde hace 43 años (se dice pronto) viene tocando cada verano en las calles de Ciutat.

Con 10 discos a sus espaldas, el último Rio de La Plata-Rio Senegal está en el horno después de haber sido grabado entre Mallorca y Uruguay, su inclasificable estilo navega entre el reggea y el afrobeat con un incuestionable éxito que congrega a decenas o centenares de peatones cada día en los rincones más insospechados de la capital balear.

Músico Palma

Desde que llegara a Mallorca, el cantante e instrumentista (domina el violoncelo, además de la guitarra y el ukelele) es también licenciado en Historia y Teología. Ha compuesto canciones en multitud de idiomas: castellano, catalán, francés, wolof (uno de las lenguas más habladas en Senegal) inglés, alemán, ruso, búlgaro, italiano, portugués o euskera.

Sus actuales escuderos son los argentinos Eduardo Reyes al bajo i Natanael Barallobres a la batería, gracias a los cuales forma un ‘power trio' que funciona como un reloj suizo. Con ellos lleva dos y un año, respectivamente. El músico senegalés y su banda combinan los conciertos en el centro de Palma (lo podemos ver en la calle Jaume II o en la Plaza de las Tortugas) con conciertos en diferentes espacios por las noches.

Niang afirma que este verano la temporada va bien porque los turistas 'se portan'. «Hay más gente pero no es mejor que otros veranos. Los dos primeros veranos después de la pandemia fueron los mejores de mi carrera como músico en la calle a nivel de ingresos. Si tocas bien y los haces feliz, las cosas van bien. A mi me da igual que haya gente que grabe diez minutos, por decir algo, y se vaya; estás en la calle, no pasa nada, pero eso pasa pocas veces», relata.

Sobre su carrera, el músico senegalés explica que hace años que no quiero grabar ningún disco con una casa discográfica. «En el año 1988 gané el concurso Pop Rock y firmé con un sello. Mi primer trabajo vendió un montón de copias pero no me pagaron nada, así que ahora vendo mis Cds en la calle por 10 euros y todo el dinero va para mi y mis músicos».

Niang no se acuerda del concierto más numeroso que ha ofrecido, pero si del que tuvo un público más reducido: «tocamos para dos personas, dos millonarios en una mansión, y éramos seis músicos. Pagaron muy bien (ríe)».

El ‘fronmtan’ senegalés reflexiona sobre el origen del cuarto arte: «todos los folklores del mundo vienen de África. Donde haya un tambor, esta música viene de África. La música nace allí». El autor de Sola, la canción que interpreta junto a su banda en el video que acompaña esta noticia, termina con una simple pero profunda reflexión: «he nacido músico, ya está. No tiene más importancia», sentencia con una sonrisa.