Los dos principales mercados emisores, el alemán y el británico, sustentan en más de un 80 % la actividad comercial, de restauración y ocio de la Isla.

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El encarecimiento del precio de hoteles, resto de oferta de alojamiento y de los billetes de avión ha provocado en lo que llevamos de verano una caída del 20 % del turismo español en Mallorca respecto a 2019. Los mayoristas que comercializan paquetes turísticos desde la Península a la Isla se han encontrado este año con una subida de precios muy elevada, de ahí el desvío del turismo familiar hacia los destinos costeros andaluces, del Levante y la Costa Brava. La situación también afecta a Menorca y en menor medida a Eivissa y Formentera.

Las navieras Baleària, Trasmed y GNV constatan esta dinámica del mercado nacional y cifran el descenso en más de dos dígitos desde los puertos de Valencia, Dénia, Tarragona y Barcelona. El presidente de Baleària, Adolfo Utor, señalaba la pasada semana al respecto: «En Mallorca hemos tenido años excepcionales del mercado nacional en las temporadas 2021 y 2022, pero este año los precios marcan la estrategia vacacional de las familias y el descenso es progresivo. La Isla se ha convertido en un destino caro y es obvio que los hoteleros deben segmentar los cupos de camas por mercados, para así no dejar fuera al turismo español».

Sectores

La bajada del turismo español afecta de manera especial al segmento de las familias, que por cuestiones tarifarias se ha decantado por otros enclaves costeros peninsulares con precios más asequibles. El impacto directo de este descenso de turistas españoles ha repercutido negativamente en la oferta de alquileres de coches (rent a car), reservas en la oferta de restauración, excursiones y en la oferta comercial de moda de Palma.

El presidente de la Agrupación Empresarial de Alquiler de Vehículos con y sin Conductor de Balears (Aevab), Ramón Reus, afirmó ayer: «El turismo español, en relación con 2019, registra una bajada del 15 % y las empresas lo achacan a la subidas de precios en hoteles y en el transporte aéreo».

Alfonso Robledo, presidente de Restauración CAEB-Mallorca, cifra en otro 15 % la caída de actividad en los restaurantes de la Isla por los mismos motivos: «El ser un destino caro atrae nuevos mercados, caso del estadounidense, francés o centroeuropeo, pero también afecta de forma negativa a otros, caso del español, que por su importancia en cuanto al número de visitantes sí que repercute negativamente en la cuenta de resultados de las empresas», apunta Robledo. Los sectores afectados afirman que habrá que ver cómo evoluciona este mercado en agosto.

El apunte

Un verano más que rentable para las cadenas hoteleras

La contratación realizada el pasado año para este verano con los touroperadores europeos provocó subidas de precios medias de un 8 %. La demanda vacacional procedente de Alemania, Reino Unido y resto de destinos emisores no ha bajado, aunque sí reducido el número de estancias. Esta situación ha provocado que el verano 2023 sea más que rentable para cadenas hoteleras y empresas de la oferta de alojamiento turístico en la Isla.