Marga Prohens, aplaudida durante la ceremonia de juramente del cargo de presidenta del Govern. | Pere Bota

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Duró apenas unos segundos, un instante, pero la versión que el cantautor Jaume Anglada interpretó del clásico Illes dins un riu, de Tomeu Penya, unió por un momento a los miembros del nuevo y antiguo Govern. El público incluso pudo olvidar el bochorno que convirtió sa Llonja en una sauna, y que dio un susto a Mae de la Concha. Más de uno salió incluso con la americana empapada en sudor, que no es fácil.

La ya presidenta balear Marga Prohens y Llorenç Galmés, que este sábado será investido presidente del Consell de Mallorca, corearon la letra entre aplausos, como muchos otros asisitentes. Entre ellos, Francina Armengol, que estuvo sentada junto a José Ramón Bauzá. La elección de esta canción en catalán, su lengua materna, quizás buscaba explicitar algo que Prohens no podía destacar en su discurso, fiscalizado por la mirada de los diputados de Vox. La estrofa Tu me fas coses que jo no sé explicar, pudo aclarar este asunto con sutileza ante muchas personas que no abominan la lengua propia. Otros, como Eduardo Inda, que escuchó la canción y el discurso con ojos de alucinado, puede que no entendieran nada. Quien atendió impertérrito durante todo el acto fue el expresidente Gabriel Cañellas. Tan solo le brotó un gota de sudor de la frente.

La entrada de Prohens al edificio del siglo XV, con un vestido blanco de Cortana y zapatos de la firma menorquina Pons Quintana, deslumbró a los presentes. Alguno la describió como una «diosa griega». Su marido y compañero de partido, Javi Bonet, estuvo con el bebé de ambos, acompañado de la familia Prohens. El abuelo paterno, de malnom Can Nina, tampoco se lo perdió. Esta amplia presencia es la que le hizo emocionarse durante el discurso oficial. Su íntimo amigo Galmés tambié sucumbió en dos ocasiones. El helado de Gelats Jop, la ensaimada del Forn Fondo y el cava Ramanyà y José Luis Ferrer amenizaron la despedida en el patio del Consolat de Mar. Un espacio que sirvió para tejer vínculos. El diputado de Vox Sergio Rodríguez no perdió el tiempo y saludó a Bauzá: «Presidente, no quería irme sin saludarle».