La celebración fue presidida por el prelado mallorquín y en el momento del ofertorio en que cada región presentaba sus productos más típicos, Mallorca enalteció las ensaimadas mallorquinas. | Bisbat de Mallorca

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El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, ha presidido en el santuario francés de Lourdes una misa para 25.000 personas, junto a una docena de obispos de diferentes puntos del mundo y más de 250 sacerdotes. Según ha informado este miércoles el Obispado de Mallorca en un comunicado, desde el pasado lunes un grupo de más de 120 mallorquines se encuentra de peregrinación diocesana en el santuario de Lourdes, acompañados en todo momento por Taltavull. Esta peregrinación ha sido organizada por la Hospitalidad de Nuestra Señora, que cumple en este año el décimo aniversario de su institución en Mallorca.

Desde el inicio de la estancia en el santuario del Pirineo francés, se han desarrollado un gran número de actividades en las que Mallorca y su iglesia han tenido protagonismo. El Obispado ha señalado que, sobre todo, los peregrinos han podido percatarse de que Lourdes «es un punto universal de encuentro para jóvenes y un lugar donde los enfermos y imposibilitados pueden hallar consuelo a sus dolencias». Así, los mallorquines participaron el martes, a primera hora de la mañana, en una misa en la misma gruta de las apariciones junto a las demás hospitalidades españolas que en ese momento se encontraban en el Santuario, Murcia y La Rioja.

La celebración fue presidida por el prelado mallorquín y en el momento del ofertorio en que cada región presentaba sus productos más típicos, Mallorca enalteció las ensaimadas mallorquinas. Por la tarde y por la noche, el estandarte de la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes en Mallorca, escoltado por las banderas de España y de Mallorca, se abría paso entre las multitudes que asistían a las populares procesiones que a diario se celebran en el santuario. En cuanto al miércoles, lo más destacado ha sido la Misa Internacional en la basílica subterránea de San Pio X, presidida por Taltavull, quien ha pronunciado la homilía en castellano mientras unas pantallas proyectaban la traducción simultánea en diferentes idiomas.

El obispo se ha dirigido a los asistentes «venidos de tantos lugares del mundo y unidos por una misma fe, una misma esperanza y un mismo amor» y les ha pedido «ser colaboradores de Dios y seguir fortificando como piedras vivas, este edificio espiritual que es la Iglesia y que nos da a cada uno el encargo de ser templos vivos en medio de una sociedad necesitada de esta solidez y del reconocimiento de la dignidad de cada persona, tantas veces pisoteada». La jornada ha seguido con la visita a otros puntos del santuario y la ciudad de Lourdes, un Via Crucis con la participación de los enfermos venidos de Mallorca y, ya por la noche, el rezo del Santo Rosario ante la Virgen María, en la misma gruta de sus apariciones como conclusión de esta peregrinación.

Finalmente, el regreso será este jueves a primera hora. Las peregrinaciones organizadas por la Hospitalidad tienen como objetivo facilitar que aquellas personas mayores o enfermas, que de otra manera no podrían visitar el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, puedan hacerlo sin ningún tipo de barrera o limitación. Así, del total de inscritos, 30 son enfermos o personas dependientes, 20 de ellos en sillas de ruedas. Como novedad, este año la misma entidad ha sufragado los gastos del viaje a 20 personas para que puedan vivir esta experiencia espiritual, algunos de Casa de Família --Fundació Social La Sapiència--, y otros procedentes del Asilo de las Hermanitas de los Pobres, de Caixabank, y de la parroquia de Santa Teresa del Niño Jesús. Además de los hospitalarios que se distinguen por vestir unos trajes muy típicos de las peregrinaciones a Lourdes, cabe destacar también la presencia de 21 jóvenes de diferentes parroquias, que se han ofrecido como voluntarios en la atención y traslado de los enfermos.