Imagen de archivo de una saturación de pacientes. | R.L.

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El sindicato de auxiliares de enfermería USAE denuncia que el pasado lunes Son Espases vivió el primer pico de saturación de urgencias de los que se prevén en verano, como es habitual, con el incremento poblacional y la falta de profesionales (como se recordará no se realizan todas las sustituciones y hay que cerrar recursos). La situación no es nueva, sucede cada verano. Sin embargo, fuentes del sindicato recuerdan que en cada ocasión se pone en riesgo «la integridad de los profesionales y la calidad asistencial de los pacientes, que ven mermada, igualmente, su intimidad al tener que pasar horas en el servicio de Urgencias esperando una cama».

El pasado lunes, según miembros de USAE, uno de los pacientes ingresados en Urgencias entró en parada cardiorrespiratoria delante del resto de usuarios del servicio. «Es inadmisible que la dirección del hospital permita estos episodios, que vulneran los derechos de los pacientes de forma sistemática, antes de elaborar un plan de contratación que evite el cierre de camas del hospital de referencia», lamentan. El USAE justifica la situación por «el elevado volumen del cierre de camas del área de hospitalización que la gerencia ha llevado a cabo debido a su incapacidad para realizar la contratación de profesionales para cubrir las vacaciones de la plantilla». Además, añade el incremento de pacientes y «la eliminación del concierto UBES (la patronal de las clínicas privadas) que permitía derivar pacientes de la pública a la privada en momentos de saturación».

Fuentes internas del hospital lamentan este episodio que tildan de «puntual» y defienden que la plantilla de Urgencias está al 100 % y con refuerzos en picos asistenciales. Por otra parte, aseguran desde el centro sanitario que las camas disponibles este verano son más que en otros años y recuerdan que se están realizando acciones de mantenimiento en algunas unidades de hospitalización. Sea como sea, la situación de saturación, critica el sindicato, está generando momentos de estrés y ansiedad entre los profesionales de hospitalización y de las áreas de críticos, motivo por el cual exigen que se lleven a cabo más contrataciones para poder abrir las camas y que no vuelvan a darse los colapsos.