Jorge Campos, en su despacho del Parlament, tras recoger el acta de diputado. | Jaume Morey

TW
85

De sus votos y de los otros siete diputados de Vox que le acompañan depende en estos momentos que Marga Prohens sea elegida presidenta el día 28 con un voto afirmativo, que lo sea el 30 con una abstención o que no lo sea por ahora, con un voto en contra que abriría el proceso para unas nuevas elecciones. Jorge Campos cree que hay opciones para un acuerdo con el PP pese a que las negociaciones oficiales no han comenzado aún.

¿Cómo van las negociaciones con el PP?, ¿hablan?, ¿no hablan?, ¿hay avances...?
— El proceso de negociación se tiene que iniciar porque ni siquiera ha comenzado. Eso hay que tenerlo en cuenta. De todas formas, soy optimista y confío en que, en los próximos días, se puede retomar la negociación.

¿O Vox en el Govern de Marga Prohens o nuevas elecciones?, ¿ese es el horizonte?
— En la primera reunión que tuvimos nos emplazamos a una mesa formal de negociación y, como soy muy respetuoso con las formas, eso es lo que debe tratarse en esa mesa. Y otra cosa he dicho: hay que ser transparente y todo lo que se trate allí se debe comunicar. Llevamos meses diciendo que nuestro modelo es el de Castilla y León, un gobierno de coalición que además está dando buenos frutos electorales en las municipales tanto a Vox como al PP.

Si hay acuerdo, ¿será usted el vicepresidente?
— Nosotros no nos vamos a sentar a repartirnos sillas sino a cambiar las políticas de izquierdas de esta comunidad. ¿Cómo cambiar esas políticas? Eso es lo que queremos hablar.

Las políticas se cambian en áreas de gobierno en las que hay personas al frente. ¿Hay algún área estratégica que quiera Vox?, ¿educación?
— Las que permitan cambiar las políticas de estos ocho años de separatistas y socialistas que han hecho mucho daño a esta comunidad en materia económica, cultural, social, educativa... Todas esas son estratégicas porque en todas esas áreas hay que actuar y cambiar. En esa negociación veremos desde qué lugar de la Administración pública podemos hacer el cambio.

La política lingüística...
— Somos el partido que más claramente se ha pronunciado sobre ese tema. Quienes nos han votado saben qué defendemos y hemos pasado de 3 a 8 diputados, por lo que parece que hay un respaldo social importante. Nos parece una aberración que no se pueda escolarizar a un niño en la lengua oficial de España, porque además es ilegal, y que la lengua sea una barrera y un elemento de discriminación para trabajar en la Función Pública. En la calle todo el mundo habla lo que le da la gana y eso es lo que queremos. Ahora hay una situación de anormalidad con la imposición del catalán. Ya puede venir un premio Nobel que, si no tiene un certificado de catalán, no va a trabajar en la sanidad pública. Hay una dictadura catalanista y nosotros apostamos por la libertad.

¿Puede ser uno de los problemas para un acuerdo con el PP?
— En su programa electoral no ha recogido esto que le digo y además, tengamos memoria, la legislación que ha discriminado al castellano la aprobó el PP.

Tengamos memoria, pues: esas políticas sacaron a la calle a 100.000 personas con Bauzá.
— La gente tiene todo el derecho del mundo a manifestarse pero por encima de eso está la democracia de las urnas y si las urnas dan una mayoría parlamentaria, pues hay que atenerse a lo que dicen las urnas.

Noticias relacionadas

Las urnas tampoco les han dado mayoría a ustedes. ¿Exigirán que se derogue la Ley de Fosas?
— No vamos a iniciar una mesa de negociación con chantajes pero hay que cambiar las políticas de la izquierda, aunque insisto en que no hay líneas rojas y estamos abiertos a todo. Somos profundamente demócratas y sabemos que tenemos ocho diputados y 62.000 personas que nos votaron y que vamos a hacer valer. A eso vamos a una mesa de negociación con nuestro modelo, que es Castilla y León.

¿Van a hablar de otras instituciones?, ¿se han planteado no entrar en el Govern a cambio de que Fulgencio Coll sea alcalde, por ejemplo?
— Nosotros queremos hablar del Govern pero no sé si en esas negociaciones se pueden producir hechos como este. Nuestra intención no es hablar del Ajuntament de Palma, sino de lo que nos compete, que es el Govern.

¿Y que termine de alcalde Fulgencio Coll con menos votos que el PP no es hacer de UM?
— Estamos muy, muy alejados de UM, se lo aseguro. Ese es un asunto que tendrá que preguntar a los negociadores del Ajuntament.

¿Por qué es tan importante para ustedes que Marga Prohens esté en la negociación?
— El desarrollo de las políticas que se deben aplicar debe decidirse al máximo nivel. La negociación debe iniciarse con los candidatos presentes por respeto a los votantes que han dejado claro que quieren cambiar la política de la señora Armengol. Los ciudadanos han decidido que lleguemos a un acuerdo y PP y Vox nos necesitamos unos a otros para hacer el cambio.

¿Las elecciones distorsionarán la negociación?, ¿se ha planteado que ustedes entren en el Govern después del 23 de julio?
— No se ha planteado.

¿Lo aceptarían?
— Hay que esperar a ver qué pasa en esa mesa, pero nosotros lo que queremos es cambiar las políticas y no estamos hablando de las elecciones generales, hablamos de las autonómicas.

Hay voces que precisamente le sitúan como candidato de Vox el 23-J.
— A mí no me han llegado.

Queda una semana para saberlo.
— Ahora estoy centrado en defender a los votantes que apoyaron la lista de Vox. Si alguien me llama para ofrecerlo, tendremos que pensarlo.