Una mesa reservada en un restaurante. | ARCHIVO

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El sector de la restauración está viviendo un arranque de la temporada con más altibajos que el del año pasado. Así lo indican desde las patronales para añadir que, no obstante, prevén un gran volumen de facturación para el Día de la Madre a tenor del ritmo de reservas.

Desde Restauración Mallorca-CAEB, su presidente, Alfonso Robledo, la festividad de este domingo «es un día que cada vez va a más en cuanto a reservas: vemos que en otros festivos se reduce un poco la afluencia de clientes pero no el Día de la Madre».

Comparte esa visión su homólogo en PIMEM-Restauración, César Amable, quien señala que se nota bastante la diferencia de volumen de reservas de sábado a domingo. «Va a estar animado».

Con todo, este inicio de la temporada turística ha tenido «más altibajos» que la anterior, aseveran. «La Semana Santa empezó muy fuerte pero luego el negocio ha ido aflojando un poco», indica Amable. Ese bajón se ha ido notando «especialmente entre semana», ya que «en los fines de semanas se mantiene una actividad más o menos buena».

Por su parte, Robledo coincide al aseverar que «este año sí se ha notado un bajón tras las fiestas que no se notó en 2022; y marzo y abril tampoco fueron para tirar cohetes».

Por otro lado, la falta de personal se mantiene como una constante también -o especialmente- en el sector de la restauración. Las carencias afectan a todo tipo de personal, tanto cualificado -sobre todo cocina- como no cualificado -sala mayoritariamente-, señala Robledo para reivindicar el impulso de una oferta formativa para el personal de sala. De este modo, «debería ser como en cocina -que en la escuela de hostelería están las aulas llenas- y los camareros que se formaran deberían cobrar más que los que no». Amable, por su parte, señala que este año «se está notando más» la falta de temporeros procedentes de la península.