Todo vale para promocionar los destinos.

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al igual que hizo en la pasada edición de Fitur, aprovechó el último día oficial de feria para pasarse unas horas por Ifema y saludar a tirios y troyanos. Lanzó un mensaje positivista y alabó la gestión de la ministra Reyes Maroto, así como la evolución de la industria turística en 2022, que tildó de año de recuperación. El Gobierno central, sea del color que sea, siempre utiliza el turismo para sacar pecho con cifras, estadísticas y promesas. En esta ocasión sucedió lo mismo, con el añadido particular de que afirmó que el 2023 será un gran año para impulsar, todavía más, el sector turístico.

Estamos en un año electoral y el presidente quiere aprovechar al máximo, cual limón exprimido hasta la última gota, los buenos datos turísticos de cara a las próximas elecciones generales, que según todas las fuentes tendrán lugar antes de los puentes vacacionales de diciembre. Con tanta euforia, el mensaje de Exceltur es el mismo, sea un ejercicio bueno o malo, de ahí que su presidente, Gabriel Escarrer, volvió ayer a utilizar la muletilla de «optimismo moderado». Y al igual que toda la industria turística, sea del sector que sea, también aclaró que hasta la Semana Santa todo va viento en popa, pero que las incertidumbres son muchas y están ahí. La presidenta de CAEB, Carmen Planas, también se manifestó ayer con mucha prudencia.

Fitur 2023.

Lo positivo es que los in put son buenos y tienen que confirmarse y ratificarse a partir de la ITB de Berlín, que tiene lugar a principios de marzo. Será entonces cuando se sepa qué decisiones toma    Vladimir Putin con el conflicto bélico, que el próximo día 24 cumplirá doce meses de duración. Las incógnitas son muchas, pero la demanda vacacional europea, según la secretaria de Estado de Turismo, Rosana Morillo, no se ve afectada por la recesión. En medio de tanta declaración, los hoteleros de Balears han hecho su particular agosto en la feria. Han renegociado los cupos firmados con los touroperadores alemanes y británicos ante el incremento de la demanda. Ha sido una feria con mucho negocio y los empresarios han mostrado un talante dicharachero, tranquilo y negociador.