En tan solo 20 años se ha pasado de las críticas al proceso de ‘balearización’, con una gran presión urbanística sobre el territorio para construir hoteles y viviendas, a la masificación por el aumento del número de turistas. | P. Pellicer

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Baleares cierre el mes de agosto con un 75 % más de turistas que en el mismo mes de hace 20 años. Aunque las cifras definitivas aún no se conocen y solo hay datos provisionales, la evolución de la temporada hace prever que la Comunitat acabará 2022 con más turistas que en 2019, año en el que llegaron 16,5 millones. Veinte años antes, en pleno debate sobre la desestacionalización, llegaron a las Islas 9,4 millones de visitantes. En estos años la cifra ha crecido un 75 %, un aumento incluso superior al de la población de las Islas, que ha sido del 50 % en el mismo periodo.

Balears dice adiós al mes de mayor masificación turística en pleno debate sobre la necesidad de fijar limitaciones al turismo. El conseller de Model Econòmic, Iago Negueruela, ha tenido que reconocer esta semana que en los meses de julio y agosto existe «sensación» de saturación por la llegada masiva de turistas. En la Conselleria dan otros datos económicos que ayudan a completar la fotografía de las cifras de récord.

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El empleo

En Balears hay más turistas que nunca, pero también hay más empleados que nunca. A la espera de conocer los datos definitivos del mes de agosto, la referencia está en el segundo trimestre de 2019, con 205.429 empleados, según el anuario estadístico del Govern. En 2002, el número de empleado en el sector turístico era de 95.061, menos de la mitad. Lo mismo sucede con las pensiones, que se han doblado en estos 20 años gracias a la subida anual, pero también gracias a que los fijos discontinuos trabajan nueve meses al año, en lugar de seis, como sucedía en el año 2002. Este aumento en el periodo de empleo de los fijos discontinuos es lo que hace 20 años se llamaba desestacionalización. Ya se hablada de un exceso de turistas y, sobre todo, de un exceso de urbanización ligado al turismo.

Presión urbanística

La presión para construir hoteles era mucho más intensa entonces que ahora, en un periodo en el que se ha apostado por la reconversión en lugar de hacer nuevas edificaciones. El resultado ha sido que se ha producido una mejora de la planta hotelera, con establecimientos de cuatro y cinco estrellas, pero la presión se ha trasladado al suelo rústico, con la construcción de agroturismos o la transformación de edificaciones ya existentes en alojamientos turísticos. Esta transformación del suelo rústico explica también el aumento de la oferta. Hace 20 años había unas 280.000 plazas turísticas y ahora se contabilizan unas 425.000 debido a la explosión del alquiler vacacional.

La anhelada desestacionalización que se reclamaba hace 20 años se ha producido, pero no de la manera en que se esperaba. La intención era que la temporada se alargara. Se ha conseguido, pero al mismo tiempo ha seguido aumentando la presión en los meses de verano. La llegada de pasajeros es un indicador de este factor. En 2002 pasaron por Son Sant Joan, de ida o vuelta, 17,7 millones de pasajeros. En 2019 lo hicieron 29,7 millones. Ni siquiera la ecotasa, que empezó a aplicarse en 2017 y que tenía que ser la hecatombe turística según algunas voces, ha parado el proceso. De hecho, ese año se batió el récord de personas en un mismo: 2.071.124 personas el 8 de agosto.

El apunte
Germà Ventayol

Pues a mí no me molestan

Germà Ventayol

Les confieso que no he quedado atascado en ninguna calle de Palma atrapado por turistas, apenas frecuento los locales y establecimientos que les chiflan y reconozco que gracias a ellos muchos de nuestros hijos han podido formarse en una universidad o tener un trabajo con el que ganarse el sustento. Que este año han venido muchos es obvio, en la misma medida que los indígenas han enloquecido comprando billetes para volver a Nueva York, llevar los niños a Disneyland París o hacer un crucero por las islas griegas. Pero claro, nosotros no masificamos.

El apunte

El alquiler turístico rozó el 70 % de ocupación en julio y superó las visitas de 2019

Los apartamentos turísticos de Balears alcanzaron el 69 % de ocupación de las plazas ofertadas (cerca de 80.000) en el pasado mes de julio, el mayor porcentaje en todo el Estado. Asimismo, el número de visitantes superaron las de la época prepandémica. De esta manera, ninguna otra comunidad llegó a un grado de ocupación tan alto en pisos vacacionales. La media estatal, de hecho, se quedó en un 51 %. Asimismo, por lo que respecta al grado de ocupación por apartamentos, el archipiélago alcanzó un 77,2 %, también el porcentaje más alto. Por lo que respecta al número de viajeros acogidos durante ese mes fueron 308.669, una cifra incluso superior a la registrada en el mismo mes de 2019, cuando se contabilizaron un total de    293.159. La estancia media fue de 5,7 días. Maria Gibert, gerente de la patronal de alquiler turístico Habtur, señala que los datos publicados ayer por el INE, concuerdan con la percepción desde dentro del sector y apunta que agosto arrojará unas cifras incluso «un poco por encima». Por otro lado, indica que la actual temporada está marcada por unos condicionantes muy concretos –ganas de viajar tras la pandemia, ahorro acumulado...– que no se repetirán el año que viene. «Seguro que la temporada de 2023 será más floja», asevera.