Fabienne Mercati, Eduardo Verdejo, Virginia Ferragut y Maria Alcover. | Marina J. Ramos

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En Mallorca hace, desde el miércoles, más calor si cabe. En un paseo por Palma, ni siquiera las tiendas sirven de refugio contra el sofoco de la presente ola de calor. El paquete de ahorro energético del Gobierno central entró en vigor este miércoles y durante sus primeras 24 horas de vida ya ha dado de qué hablar. Y mucho. Las quejas por calor, las molestias y la diferencia de opiniones han causado revuelo y desconcierto sobre el alcance y obligatoriedad de las medidas en oficinas, entre clientes y comerciantes y en la misma calle. La polémica está servida: ¿Merecen la pena?

Por lo general la ciudadanía se muestra sensible al objetivo de la norma: reducir el gasto energético, bien por ahorrar en lo económico, por paliar los efectos del cambio climático o por ambas causas. Sin embargo, es la letra pequeña la que suscita polémica. «El límite tendría que ser por cada comunidad. En el norte 27ºC está bien, pero en el sur o en Baleares se hace imposible», proponía este jueves por la mañana una vecina de Palma, mientas paseaba. Iba de tiendas con su bebé y su madre, quien consideraba las medidas del Gobierno «un poco exageradas, sobre todo para restaurantes y el pequeño comercio, que se verán perjudicados cuando haga mucho calor dentro».

Maria Alcover, de Bunyola y de apenas 18 años, ha sido de las más duras con respecto a las excepciones: «No me parece bien cómo se está estableciendo a nivel gubernamental. [Las leyes] han ido a perjudicar a la clase trabajadora en tiendas y oficinas mientras que las habitaciones de hotel de los turistas se libran». Precisamente, el aumento de temperatura en el espacio laboral es el que más críticas aglutina: «No se rinde igual pasando calor», apuntaba Ana Nieto, quien se niega a subir la temperatura en casa: «El aire acondicionado lo pago yo, el Gobierno no me da a decir a cuánto ponerlo».

En un simple paseo por el centro de Palma ya se nota la materialización de los, hasta ahora, discursos políticos. El aire frío ya no congela las piernas al pasear cerca de las tiendas, para bien o para mal en el cada vez más duro verano mallorquín: «A veces te metías en algunos centros comerciales para refrescarte un poco. Ahora ni eso. Hace el mismo calor dentro que en la calle», comentaba este jueves un palmesano, ciertamente fastidiado. Pero no todos han cumplido en los primeros días. Eduardo Verdejo ha advertido algunos locales que incumplen la nueva normativa. Acababa de salir de una tienda del carrer dels Oms y aseguraba que «hacía un frío que pelaba. Tenía las puertas abiertas de par en par y el aire llega a la acera de enfrente».

En la encuesta realizada en la web de Ultima Hora, preguntados sobre si «¿Le parecen adecuadas las medidas energéticas planteadas por el Gobierno central?», de los más de 3.200 lectores que respondieron, el 68 % respondió que no, en contraposición del 32 %, que las encontró positivas. La disparidad de opiniones es la misma, si no más, en el plano político, configurando toda una batalla entre bandos. Las comunidades presididas por el PP han pedido la retirada del paquete de medidas, amenazando con llevarlo al Tribunal Constitucional.

¿Por qué y hasta cuándo?

Las normas se han acordado como escudo ante el imparable aumento del precio del gas ruso y su posible corte en invierno. La Unión Europea ha instado a los países a reducir su dependencia un 15 % por lo general, a excepción de casos como el de España, que deberá cortar un 7 % el gasto energético por su menor consumo de combustible procedente de Rusia. Así, las medidas en marcha desde este miércoles se mantendrán hasta noviembre de 2023. Según las previsiones que maneja el Gobierno, con este primer paquete de medidas se logrará ahorrar el 5 % de la energía consumida en el país y hasta el 7 % en septiembre.

El apunte

Las medidas

1. Aires acondicionados

La temperatura en locales climatizados deberá de ser no podrá bajar de los 27ºC. Cuando entremos en invierno, no podrá subir de los 19ºC. Solo se librarán las cocinas de restaurantes, hospitales, centros educativos, habitaciones de hotel, medios de transporte y comercios específicos como lavanderías, peluquerías o gimnasios.

2. Escaparates y edificios públicos, apagados

Desde ahora y hasta el 31 de septiembre, los locales que ya estén cerrados a las 22h deberán de apagar, desde esa hora, sus escaparates. También se apagarán los edificios públicos desocupados. Los monumentos, en principio, seguirán encendidos.

3. Puertas cerradas

Los locales deberán de tener las puertas cerradas o con cerrado automático para evitar que se desperdicie aire acondicionado. Esta medida ha generado gran polémica entre propietarios de negocio, que critican el gasto que les supondrá y que algunos no tienen espacio para instalar este tipo de puertas.

4. Cartel informativo

Todos los locales deberán de tener expuesto un cartel mediante el que informen de todas las medidas que han tomado al respecto. El día límite para ponerlo es el 2 de septiembre. Tendrá que tener un termómetro visible e indicar la temperatura del aire y la humedad.

** Cabe tener en cuenta que estas son las medidas del primer paquete de ahorro energético, por lo que en septiembre el Ejecutivo anunciará más normas con el mismo objetivo para alcanzar el 7 % de ahorro.