Trabajadores de EasyJet y Ryanair criticaron este viernes en Son Sant Joan las condiciones laborales, los convenios y el trato discriminatorio de las empresas. | Pere Bota

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La proliferación de huelgas en las aerolíneas que operan en Balears y resto de regiones españolas, principalmente en la última semana, ha provocado la alarma empresarial porque en plena temporada alta están distorsionando toda la actividad turística. Patronales de Balears, hoteleros, transportistas y resto de sectores piden al Gobierno central que regule las huelgas en un sector tan estratégico como es el aéreo. A esta queja se suman los touroperadores del Reino Unido y Alemania por entender que los sindicatos aprovechan los meses punta del verano para presionar a las empresas y lograr mejoras salariales en los convenios firmados. Las huelgas de los tripulantes de cabina de Ryanair y EasyJet, a la que se sumarán otras aerolíneas a lo largo de este mes, según AENA y Enaire «provocan retrasos, cancelaciones    de vuelos y afectan a toda la actividad turística procedente de los principales mercados emisores europeos».

La Asociación Española de Usuarios Empresarios y Profesionales del Transporte Aéreo (Asetra) ha exigido al Gobierno «que se regule por ley la imposibilidad de convocar huelgas en fechas señaladas como las escogidas por los tripulantes de cabina de compañías aéreas de bajo coste, que afectan al interés general y al turismo en particular». La presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), Maria Frontera, resaltó ayer el impacto negativo de los conflictos que se producen en aeropuertos y aerolíneas por falta de personal, así como en la falta de transporte público en las zonas turísticas de la Isla. Frontera, en su análisis de evolución de la temporada y ocupación en junio, señaló: «Este año, más que nunca, se acumulan las quejas por la falta de taxis y conectividad en transporte colectivo terrestre en todas las zonas turísticas y abocan a la contratación de vehículos de alquiler cuando hay menos y más caros que en años anteriores. Es un desajuste que la FEHM viene denunciando a las administraciones competentes y que hay que mejorar sustancialmente para no mermar la calidad de la experiencia turística ni la reputación del destino».

Los hoteleros de Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera piden a las administraciones competentes que tomen nota de lo que está pasando este verano, en que tras la pandemia «la reactivación turística es ya un hecho, pero también la plasmación de numerosos conflictos laborales en sectores cruciales para la actividad turística y economía de las Islas, como es todo lo relacionado con el transporte aéreo». La Federación Empresarial Balear de Transportes (FEBT), que preside Rafael Roig, pide al Govern y al Gobierno central que las huelgas en el sector aéreo, más para un destino como Balears, «se controlen al máximo, pero respetando los derechos de los trabajadores».

EasyJet y Ryanair

La aerolínea EasyJet canceló ayer cuatro vuelos en Palma y 21 registraron retrasos de más de dos horas, según datos ofrecidos por el sindicato USO, que denunció que la compañía «se ha excedido en el número de vuelos considerados servicios mínimos, vulnerando el derecho a huelga». En el caso de la huelga de Ryanair se contabilizaron retrasos en 36 vuelos. Desde USO resaltaron ayer en Son Sant Joan que «casi la totalidad de la plantilla ha recibido su carta para operar vuelos protegidos, por lo que lo vamos a denunciar».

Punto de vista
Germà Ventayol

¿Y las huelgas en invierno, qué?

Germà Ventayol

Del mismo modo que en demasiadas ocasiones se justifican determinadas decisiones por el bien del turismo, también es preciso reclamar más atención por el bienestar de los residentes. Que las huelgas en el sector aéreo en verano molestan a muchos turistas, ¡pues claro! Pero si se hacen en invierno, los perjudicados serán los indígenas en mayor medida, una discriminación que considero intolerable. Los empresarios deberían ser más sensibles con sus vecinos de otoño, primavera, verano e invierno; esos con los que se topa cada día en la cola de pan o en la guardería. Si se regulan las huelgas, se regulan para todos. ¡Sólo faltaría!