Sergi Raventós. | J.R.

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Sergi Raventós, jefe de la Oficina del Plan Piloto para implementar la Renta Básica Universal de la Generalitat de Catalunya, estuvo este jueves en el Parlament balear para explicar cómo se llevará a cabo este experimento pionero en el país. Raventós es Doctor en Sociología por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y con esta medida espera reducir la pobreza y permitir vivir a los beneficiarios con más libertad.

¿Cómo va a implantarse este plan piloto?
—Empezará a aplicarse en enero de 2023 y atenderá a 5.000 personas que recibirán 800 euros por adulto y 300 por cada menor de edad. Las ventajas y limitaciones de este plan piloto permitirán obtener datos para sacar conclusiones que animarán a los políticos a tomar una decisión. Esta propuesta tendrá un plazo limitado de dos años y sus beneficiarios tendrán tiempo de montar un negocio en el caso de los más atrevidos o vivir con más precaución. La renta básica no está sujeta a ingresos ni condiciones previas ni habrá ningún requisito, a diferencia de las prestaciones basadas en carencias de ingresos o en el desempleo.

¿El ingreso se hará a cada persona, pese a que tenga ingresos asegurados?
—Se hará a todo individuo, no a una familia. Después, deberán ir a Hacienda y pasar cuentas, mirar si tiene que aportar o no. Hay personas con los sueldos muy bajos y otras que tienen grandes ingresos.

¿Cómo se elegirán los 5.000 primeros beneficiarios de la renta?
—Se dividirán en dos grupos. Se buscan dos municipios de 2.500 habitantes, aún hay que analizar cuáles son, que estén distanciados en más de 100 kilómetros, para analizar el impacto de la renta básica.

¿Qué consecuencias puede tener para una persona recibir la Renta Básica Universal?
—La gente podría tener más hijos, como en los países nórdicos, donde no hay renta básica pero sí prestaciones generosas. Otros tendrán menos miedo a reclamar sus derechos laborales. ¿Pasará más tiempo con su familia? ¿Se formará? ¿Montará un negocio o reducirá deudas? Vamos a evaluar el resultado con encuestas y entrevistas, pero los beneficiarios no tendrán que rendir cuentas de cómo gastan la renta.

¿No habrá un mayor riesgo de inflación si todo el mundo aumenta sus ingresos?
—Ahora no tenemos renta básica y hay inflación. Hay experiencias parecidas en Alaska, donde los ciudadanos reciben un talón de laFundación del Petróleo y es uno de los estados con menos desigualdad de EstadosUnidos.

¿Hay precedentes de plan piloto en el mundo?
—Hay alrededor de 200 planes pilotos, pero este quizá es el más importante. En Finlandia se otorgaron 560 euros a cada ciudadano. Según la Encuesta de Condiciones de Vida de 2020, los ingresos de 800 euros se sitúan en el umbral de la pobreza.