Los ciudadanos opinan sobre una eventual prohibición de fumar en las playas. | Marina J. Ramos

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Este martes se celebra el Día Internacional contra el tabaco. En este sentido, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y el Consell de Mallorca han acordado este mismo martes prohibir fumar en tres espacios públicos: los jardines de la Misericòrdia, Son Malferit y el Estadio Balear. Son los tres primeros lugares al aire libre libres de humos. Eso sí, todo parece apuntar que no van a ser los únicos. Tanto la AECC como muchas instituciones están a favor de promover medidas más restrictivas para evitar que los no fumadores se expongan al humo y, a su vez, desincentivar a que los más jóvenes tomen este hábito.

El próximo objetivo que se ha impuesto la Asociación es el de liberar de humo las playas. Ante el revuelo por esta posible normativa, Ultima Hora ha salido a la calle para pulsar la opinión de los ciudadanos. Destaca que todos los encuestados ven a priori con buenos ojos que se prohíba fumar en la costa. Todos parecen muy concienciados y aseguran que los daños medioambientales y en la salud de las personas pesan más que darse el gusto de hacerse un cigarro en la arena.

Colillas en la arena

El más repetido de los argumentos para acabar con el tabaco en la playa es que la arena está llena de cigarrillos. «Muchos fumadores no recogen las colillas y ensucian toda la playa», mantiene Alicia Arranz. El mismo problema se encuentra Alfonsina Alcaide cuando va a la playa con su hijo pequeño: Llegas a la playa y hay colillas de por todo. Te pones con el niño a hacer castillos y te encuentras la arena llena...Yo estoy a favor de que se prohíba». Por parte de los no fumadores, las críticas son abundantes. Incluso algún fumador confiesa que, al igual que otros muchos, tiende a tirarlas a la arena. Mario Ramón también fuma, pero alega estar muy concienciado. Siempre guarda la ceniza y los cigarros en una lata y la tira al salir en alguna papelera cercana. «Pero no es lo habitual», reconoce.

Espacios libres de humo

Otro de los argumentos más comunes en pro de eliminar el tabaco en las playas ha sido el de evitar que, en espacios públicos, no fumadores, gente mayor y menores se vean expuestos al humo. «A veces está uno tumbado, descansando o con el niño y están fumando al lado. No tienen respeto», se queja Vicenta Cardeñosa. Muchos lo ven con escepticismo: «Lo veo inviable. Ahora, con tanta gente en la playa, ¿van a poder controlarlo?», se pregunta Elena Vaquer. Los propios perjudicados también lo ponen en cuestión: «Jode un poco a la gente porque dices: '¿Ahora qué hago, me aparto cien metros a fumarme un cigarro y después vuelvo?», se queja un fumador. Karolay Vargas entiende el enfado de parte del colectivo y aboga por crear en las playas espacios específicos para fumar.

Cabe recalcar que en el tabaco se han hallado cerca de 70 sustancias cancerígenas. Según los datos que ha hecho públicos este martes la AECC, en casi la totalidad de espacios públicos donde hay menores hay restos de sustancias que desprenden los cigarros. «El 72 % de los menores están expuestos al humo del tabaco, el 43 % de ellos en espacios al aire libre», mantiene el doctor José Reyes, presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer de Baleares.