Según los autodenominados Profesores Libres de Ingeniería Social «el español debe aprenderse como lengua de cultura en la escuela y no como una mera lengua que se aprende en la calle». Fotografía de archivo de la entrada de un centro público de Palma. | Teresa Ayuga

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Las familias del CEIP Nova Cabana (Marratxí) recibieron al principio de esta semana la visita de varias profesoras a escasos metros de la entrada de educación infantil del centro escolar. Estas personas repartían folletos de la asociación PLIS, y de esta forma han tratado de captar familias para su iniciativa de reclamar al menos el 25 por ciento de las clases en castellano al albor de las distintas denuncias que en Cataluña han originado pronunciamientos de los tribunales en este sentido. La acción coincide en el tiempo con un procedimiento en el Tribunal Superior de Justicia de las Illes Balears (TSJIB) que ha admitido a trámite un recurso de la mencionada organización de docentes.

«La escuela pública tiene más preocupaciones que la lengua. Los niños son esponjas, aprenden todo y basta escucharlos cuando salen. Casi todos se relacionan entre sí en castellano. No creo que nadie se quede sin aprender por dar las clases en mallorquín» comentaba un progenitor con otra madre tras agradecer el folleto de las voluntarias y rechazarlo. Al tiempo otras tantas familias se acercaban muy interesadas a las docentes nada más regresar a la calle tras dejar a sus hijos en la puerta del aula.

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No es el único caso que hemos hallado en las últimas horas en nuestro territorio ni es un fenómeno focalizado tan solo en la etapa más temprana de la enseñanza. Y es que los docentes que no confían en la inmersión lingüística como un método pedagógico apropiado han pedido expresamente a los padres y madres descontentos con la vehicularidad del catalán en la enseñanza de las Islas que se pronuncien públicamente. Buscan así agrandar la dimensión social de esta situación y el impacto de sus palabras. A pesar de haber preguntado cuántos apoyos ha recabado hasta ahora la campaña para ganar músculo, en PLIS guardan silencio.

En todo caso, en otros momentos la plataforma docente ha hablado muy claro sobre este asunto. Por ejemplo hace algo más de un mes PLIS ya solicitó explícitamente el apoyo de las madres y padres de alumnos de las Islas, considerando que «el bilingüismo es un bien por sí mismo y no puede sino enriquecer la formación de los estudiantes. Renunciar a aprender el castellano como lengua de cultura, como pretende la Consejería, es un perjuicio para todos los alumnos (...) al cerrarles la principal puerta de acceso a un idioma de orden internacional con quinientos millones de hablantes e impedirles casi irreversiblemente el dominio efectivo de una lengua que formativa, social y profesionalmente les puede abrir muchas puertas en el futuro. El español debe aprenderse como lengua de cultura en la escuela y no como una mera lengua que se aprende en la calle con las limitaciones que en todos los órdenes esto significa».

Al parecer la vía judicial se antoja un camino apropiado para quienes pretenden rebajar el estatus del catalán en la educación de las Islas, algo que ya intentó la formación de Llucmajor ASI hace treinta años con su llamativa publicidad exterior. «Es muy conveniente que haya padres que se sumen a esta reclamación; con el precedente de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que obliga a la Generalitat a introducir el 25 % en los planes de enseñanza, el resultado no puede ser otro que la condena de la administración balear» declaraban entonces los autodenominados «Profesores Libres de Ingeniería Social», en contra de la posición de parte de la sociedad civil, como ha dejado claro en las últimas horas la Obra Cultural Balear (OCB), que en este caso comparte criterio con las principales autoridades políticas de Baleares.