Jordi Sargatal, fotografiado en la feria Horeca, en Palma. | Pere Bota

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Jordi Sargatal (Figueres, 1957) es el impulsor y editor, junto con Josep del Hoyo y Ramon Mascort, de la mayor obra de referencia de la ornitología mundial, Handbook of the Birds of the World. Sargatal ha estado estos días en Mallorca. El pasado viernes participó en una jornada del Club de Lectures Naturals SEO-Virot, celebrada en Santa Maria.

¿Qué es el ‘Handbook of the Birds of the World’?
— Es una obra monumental de 16 volúmenes que reúne todas las especies conocidas de aves del mundo, unas 11.000, cada una de ellas con su correspondiente dibujo, aunque también hay unas 400 fotografías y mapas de distribución. Es la única obra ornitológica del mundo de estas dimensiones y características. Hasta su aparición, sólo había obras especializadas en familias de aves o en espacios geográficos concretos. El primer volumen salió en 1992 y el último, el 16, fue publicado en 2012. Fueron 20 años de trabajo y de ello ya hace una década.

¿De dónde salió la idea?
— La idea partió realmente de Josep del Hoyo y me la propuso. Le pregunté si estaba loco, pero en un viaje en coche hasta Holanda en 1987 me convenció.

¿Y cómo se concretó?
— Hablamos con varias editoriales españolas, que no veían nada clara una obra de estas dimensiones y escrita en inglés. Entonces nos dirigimos a una editorial inglesa, que nos respondió que si ningún británico había hecho una cosa así, es que era imposible. Ante todos estos obstáculos, decidimos crear nuestra propia editorial, Lynx Editions, en 1989. Ya teníamos la editorial, pero no teníamos el dinero. Siendo director del Parc Natural dels Aiguamolls de l’Empordà, conocí a Ramon Mascort, que era propietario de cámpings y se animó a financiar el proyecto.

Pero incluso teniendo el dinero, el trabajo era titánico...
— Sí, la idea inicial era una obra de 12 volúmenes, pero al final fueron 16, a los que hemos añadido otro que recoge más información y las nuevas especies descubiertas durante todo este tiempo. Evidentemente, no hicimos todo el trabajo. En mente teníamos la estructura de la obra y para la redacción recurrimos a los mayores expertos del mundo en cada familia. Hay unas 370 personas implicadas en los textos y cerca de 40 ilustradores.

¿Y cuál fue la repercusión?
— Calculamos que, para ser viable, del primer volumen se tenían que vender unos 4.000 ejemplares. No llegamos a esa cantidad, lo que nos generó dudas e incertidumbres, pero Ramon Mascort dijo que siguiéramos adelante. Del segundo volumen triplicamos las previsiones. Las críticas de la comunidad científica fueron muy buenas. En caso de descubrimiento de una nueva especie, se publica en nuestra obra y no en revistas científicas. Y participar en ella otorga prestigio. La media de ventas es de unas 19.000 de cada volumen. Hay gente que compra los volúmenes que le interesan y hay gente que compra la obra completa.

Pero todo esto se decidió e hizo al final de la época analógica. ¿Hay versión digital?
— Sí. Acceder a la versión digital cuesta 20 euros. Sólo ha habido entre 3.000 y 3.500 ventas de la versión digital, cifras muy inferiores a la ventas de los volúmenes de papel. Al final hemos vendido la parte digital a una universidad norteamericana porque tiene más recursos para mantenerla.

Su obra es enciclopédica y de consulta. Los volúmenes no sirven como guías de campo...
— No, claro, pero de la obra ya se han derivado 8 guías de campo y tenemos otras 14-15 planificadas.

¿Durante todo este tiempo se han extinguido especies que aparecen en la obra?
— Sólo hay un caso de extinción certificada, la del pájaro carpintero de Cuba. Como he dicho, hay más casos de descubrimientos de nuevas especies que se publican e incorporan al ‘Handbook’.