Imagen de un rodaje en Baleares. | Redacción Cultura

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Todos los grupos representados en el Parlament –salvo Vox, que se abstuvo– pidieron ayer al Govern que «dote con recursos económicos suficientes», con cargo a los fondos europeos, el proyecto de creación de un ‘hub’ audiovisual incrementando el presupuesto para la producción local. Este acuerdo no tiene relación    con la polémica entre las productoras audiovisuales con el Govern con IB3 y parte de una iniciativa presentada por el PI y que la diputada Lina Pons defendió en la comisión de Educación y    Cutura de la Cámara. De hecho, no se hubiera aludido a IB3 de no ser porque el representante de Vox pidió su cierre con la teoría, que no desarrolló, de que sin IB3 habría más dinero para el sector audiovisual.

La iniciativa del PI se basaba en que la pandemia del coronavirus había afectado al sector y ralentizado proyectos audiovisuales y que Balears es, y debía ser, un plató para grabaciones. Recordó que Balears era la última comunidad que se había planteado crear un ‘hub’ centro estratégico audiovisual. Según la diputada Pons (y así se recogió en la propuesta aprobada) había que evitar la creación de grandes infraestructuras y centrarse en la colaboración con las empresas internacionales. Pons, en su intervención, sugirió que las grandes plataformas tengan que contar con las empresas locales. Y dijo: «Aunque no me guste mucho la palabra, se podría obligar a las empresas extrajeras a colaborar con la industria local mediante la contratación de profesionales o locales»

En encargo del Parlament no concreta ninguna cantidad aunque, según indicaron desde el PSIB, el conseller Company (de Cultura y Fondos Europeos) ya ha mantenido reuniones con representantes de la industrias culturales de cara a definir una estrategia. En noviembre pasado se celebró una reunión para articular    la    creación del Hub Audiovisual de les Illes Balears. En esa reunión, el conseller Company afirmó que el Ejecutivo trabajaría para «contar con contenidos propios y consolidar el papel de la industria audiovisual como motor de cambio de modelo en las Islas en la línea de lo marcado por los fondos europeos». En el año anterior a la pandemia se habían realizado cerca de    300 rodajes en Mallorca pero la COVID interrumpió el crecimiento que había previsto el sector para 2020.