El pasaporte COVID, obligatorio para acceder a cualquier establecimiento de restauración, es la principal medida para frenar la propagación del virus decretada por el Govern. Es un requerimiento en varios ámbitos sociales. | Redacción Local

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Balears cierra este viernes el segundo año de pandemia con la cifra de contagios más elevada desde marzo de 2020 y la irrupción de la variante ómicron desde mediados de mes. Según los datos de la Conselleria de Salut, hay más de 21.000 personas con COVID-19, que representa un 150 % más que los 8.414 contabilizados a finales del año pasado. Sin embargo, hay menos hospitalizaciones. En concreto, la cifra de personas ingresadas es un 28 % inferior a la de hace un año.

Este jueves había 243 enfermos ingresados en planta, la misma cifra que el día anterior; y otros 61 estaban en una cama de críticos, de modo que la ocupación en las UCI, del 17,89 %, se mantiene en riesgo alto. En total, había 304 personas hospitalizadas, que representan el 1,4 % del total de contagiados. Por contra, un año antes, el 5 % de las personas con coronavirus estaban en el hospital.

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Las autoridades sanitarias atribuyen a este cambio de tendencia el efecto de la vacunación contra la COVID-19. Mientras que a finales de 2020 la campaña estaba en su fase inicial, a día de hoy un 82,41 % de la población mayor de 5 años lleva la pauta completa. Además, avanza la inoculación de las dosis de refuerzo y de la vacunación pediátrica. Cabe recordar que hasta el momento solo se vacuna a los menores de entre 9 y 11 años, aunque la próxima semana se abrirán las citas desde los 5 años. También podrán solicitar la dosis de refuerzo los menores de 50 años que llevan AstraZeneca. En estos momentos se inocula a los mayores de 50 años, al personal sanitario y sociosanitario, y a todos aquellos que recibieron la monodosis de Janssen.

Así, aunque 2021 se cierra con cifras récord de contagios, la situación actual poco tiene que ver con la de hace un año. Entonces, las restricciones estaban a la orden del día y la actividad social permitida era mínima. A fecha de hoy, la principal medida que impera en Balears es la obligación de presentar el pasaporte COVID para acceder a locales y establecimientos donde hay una alta concentración de personas y no siempre se hace uso de la mascarilla. Además, están prohibidas las torrades populares ante la proximidad de Sant Antoni y Sant Sebastià.

Las nuevas medidas para frenar la propagación del virus, así como la explosión de contagios de la última quincena, se deben a la irrupción de la variante ómicron, que se detectó por primera vez a finales de noviembre en Sudáfrica. Aunque esta nueva cepa ha provocado cifras de positivos récords diarias ­en Balears –donde ayer se notificaron 3.000 casos– y en el resto del mundo, también ha propiciado un cambio de escenario en la gestión de la pandemia. El motivo es que la sintomatología es menos grave. En cuanto a la cifra de fallecidos por COVID-19, ayer se notificaron dos muertes y ya son 1.068 las personas que han perdido la vida por la pandemia. Enero y febrero de este año fueron los meses en que se registraron con más muertes, 267 en total.

El apunte

Atención Primaria, al límite por la explosión de casos

Atención Primaria se encuentra al límite. El número de casos a los que realiza seguimiento se ha multiplicado casi por seis en un solo mes, al pasar de 3.640 a 20.775. De ahí, la decisión de Salut de dejar de hacer seguimiento a los contagiados asintomáticos o con síntomas leves; además de habilitar una herramienta telemática de autorrastreo. Hay que recordar que los centros de salud no solo siguen a casos COVID, sino al resto de patologías.