Imagen de este sábado en un restaurante de Palma. | Laura Becerra

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El Govern ha aceptado a última hora de este sábado, el mismo día en que entraba en vigor la medida, que la exigencia del pasaporte COVID no afecta a los bares y cafeterías con un aforo superior a las 50 personas; circunstancia que supone que sólo es obligatorio mostrarlo para acceder a un restaurante.

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La redacción del decreto -que alude a «establecimientos de restauración»-, publicado en la edición de este sábado del BOIB, ha provocado la confusión en el sector, toda vez que la patronal advirtió en las redes que su interpretación de la norma es que esta no incluía a los bares y cafeterías y que, por tanto, los clientes de este tipo de establecimientos no debían acreditar que se habían vacunado para poder entrar.

Una jornada tranquila

El primer día en el que el certificado COVID ha sido obligatorio para entrar en restaurantes de más de 50 personas de aforo se puede considera tranquilo, salvo pequeñas complicaciones logísticas en los controles de acceso de los locales pero sin incidentes. Hubo algún que otro olvido pero la totalidad de los clientes aceptó y siguió la norma.