Imagen de Mariluz Esún con sus compañeros de claustro.

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Mariluz Esún ha enviado una dura carta denunciando la pasividad de la Administración de Educación y la inexistencia de protocolos contra el acoso en este ámbito. Es más, la docente denuncia que la conselleria «me ha dejado absolutamente abandonada y desatendida ante la situación que estaba sufriendo a pesar de que las leyes de igualdad del 2007 obligan a las empresas a tener, dar a conocer y activar protocolos de prevención y actuación en caso de acoso sexual o por razón de sexo».

El Juzgado de lo Penal 4 de Palma ha condenado esta semana a diez meses de cárcel a su excompañero del Madina Mayurqa por un delito de acoso. La magistrada considera que el comportamiento del docente supuso una intromisión en la vida de Mariluz Esún no consentida y que provocó una situación de inquietud en la víctima. El acusado en el juicio comenzó a trabajar como orientador en el Madina Mayurqa en el otoño de 2019. Conocía previamente a la víctima y, con el reencuentro, intentó un acercamiento a ella. En un primer episodio le dijo que se sentía atraído por ella y que estaba en ese momento en medio de un proceso judicial porque su expareja le había denunciado por maltrato psicológico.

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La denunciante le dejó claro que no tenía ningún interés en él. Pese a eso, el acusado comenzó a enviarle cartas, mensajes de móvil y correo electrónico. En total, en el proceso se han acreditado hasta nueve contactos diferentes a pesar de que la afectada, de forma reiterada, insistía a su compañero en que no quería que le dijera nada ni tener ningún tipo de contacto con él. En una de las ocasiones llegó a ir a su despacho con dos compañeras para dejarle claro que no quería saber nada de él ni que le enviara mensaje alguno.

En este sentido, la profesora critica que Inspección «no contestara nunca ninguna de mis peticiones presentadas y grabadas; solo lo hace día 15 de junio 2021, día en el que se conoce mis caso por la prensa». Por eso, Mariluz Esún afirma que al tener sentencia firme su abogada exigirá responsabilidades a la Consellería de Educación. «Sé que mis recursos para sufragar esta lucha son limitados y que es una situación de David contra Goliat puesto que la Administración tiene todos los recursos al alcance para que mis derechos sigan sin ser reconocidos. Pero me queda la esperanza que sean capaces de reconocer los errores, asumir responsabilidades, asegurarse que casos como mi no vuelven a pasar y pedir disculpas a todo un colectivo»

Esún toma esta decisión porque «no puedo pasar por alto que me he encontrado con un departamento de Inspección que considera que no tiene que rendir cuentas a nadie, una jefa de Personal Docente que desconoce que la ley hace años le obligaba a tener un protocolo y que no tiene ninguna intención de pedir disculpas a los miles de personas que hagamos trabajo como docentes». Además, critica la docente, que el conseller March prefiriera salir en prensa y declarar que se dieron los pasos correctos y que el servicio de riesgos laborales hizo un seguimiento del caso. «Estas declaraciones son falsas. Si miro de una forma más realista y partiendo de lo que he vivido en estos dos últimos años, posiblemente acabaré pagando mi atrevimiento. En cualquier caso pesa más mi dignidad», finaliza.