Francina Armengol, este jueves, durante el acto celebrado en Son Espases. | CAIB

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La presidenta del Govern, Francina Armengol, en un acto celebrado en Son Espases en el que se daba la bienvenida a las 351 enfermeras que se incorporan al hospital de referencia, ha reconocido que los ciudadanos de Baleares tienen que «normalizar» y «aprender a convivir con la COVID-19».

La presidenta ha respondido así a la pregunta de si consideraba oportuna la eliminación de los controles sanitarios a los pasajeros nacionales en puertos y aeropuertos de las Islas en un momento en el que los casos de coronavirus están repuntando. «La incidencia es menor y el porcentaje de población vacunada es más elevado en otras Comunidades Autónomas que en la nuestra», ha argumentado la presidenta sobre la eliminación de las medidas.

En este sentido, ha añadido que «la vacuna es la gran salvación», aludiendo a que el hecho de que el 80 % de la población diana de Baleares está inmunizada y esto evitará que este invierno pueda haber un «colapso de los hospitales».

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Armengol ha recordado que los elevados niveles de vacunación permiten desarrollar una situación de «normalidad y convivencia» en el contexto de la pandemia y ha insistido en animar a vacunarse «como forma de seguir aplaudiendo a los profesionales sanitarios». Aún así, la presidenta del Ejecutivo ha recordado que Baleares cuenta con todas las herramientas para frenar los contagios en caso de que fuese necesario en un futuro.

Armengol, ha anunciado que el Proyecto de ley de presupuestos de la Comunidad Autónoma para el año 2022 destina 2.010 millones de euros a la salud. Esta cifra supone un aumento del 4% respecto al presupuesto del año 2021 y de un 53% —cerca de 700 millones de euros más— comparado con el año 2015.

«Continuaremos reforzando nuestra sanidad pública con el presupuesto más alto de la historia en salud», ha indicado la presidenta, quien ha destacado que desde hace seis años la inversión en salud es una prioridad para el Govern: «cuando empezamos a gobernar, tuvimos muy claro que la salud sería una prioridad y la pandemia nos ha demostrado que íbamos por buen camino», ha dicho, para recordar también que desde el año 2015, el presupuesto en sanidad ha aumentado en cerca de 700 millones, que se traducen en «infraestructuras que se están desarrollando, más tecnología para los hospitales, un plan de cronicidad, un plan de salud mental o también de manera muy especial el incremento de la plantilla, la mejora de sus condiciones laborales y la reducción de la interinidad».