Niega que existan bandos enfrentados en el seno de la formación y asegura que las listas de 2023 se confeccionarán por consenso. | M. À. Cañellas

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Antoni Noguera (Palma, 1979) dejará la coordinación general del partido en el congreso del próximo noviembre. Abandona el cargo después de una carrera política que empezó como secretario general de las juventudes del PSM, ha pasado por la Alcaldía de Palma y también por las áreas de Bienestar Social y de Cultura en Cort.

¿La bicefalia que existió al frente de Més con Bel Busquets y Guillem Balboa es incompatible con usted y el nuevo candidato al Parlament, Lluís Apesteguia?

—Pienso sinceramente que Lluís estuvo contento con mi nombramiento como coordinador.    Ahora, dos años después, en las primarias se decide que los candidatos sean dos hombres y yo considero que en estos momentos, en 2021, no puede haber tres hombres liderando Més per Mallorca. Por eso renuncio. No hay    ningún problema con Lluís Apesteguia, simplemente que la imagen del partido tiene que ser diversa, igualitaria y paritaria.

Usted renuncia a la coordinación general de Més per Mallorca para dejar paso a una mujer. ¿Es que quiere vetar a algún hombre?

— Si quisiera vetar a algún hombre me hubiera presentado yo. Es simplemente una decisión reflexionada y adaptada a lo que creemos que tiene que ser nuestra organización en el siglo XXI.

¿Cree que Maria Ramon o Bel Busquets encajan en el perfil de coordinadoras de Més?

—No quiero entrar en nombres, porque normalmente cuando salen a la palestra esos nombres se queman y no sirven. Tenemos muchas mujeres líderes y protagonistas en el partido. Sé que escogeremos a la persona más idónea.

¿Confirma que las listas electorales al Parlament y al Consell se elaborarán por consenso?

—Será importante que se aplique lo que dicen los estatutos del nuevo partido en que se convertirá Més en el congreso de noviembre. Y lo que dicen es que las grandes decisiones se deben tomar por grandes consensos. Tiene que ser así.

Pronto se formalizará la marca estable con Més per Menorca y Ara Eivissa para concurrir a las elecciones generales. Si su apuesta para el Congreso es Vicenç Vidal, ¿donde se ve usted?

—En 2023 no veo mi nombre    en ninguna lista electoral. La vida es muy larga, ahora tengo 41 años y siempre estaré vinculado al proyecto de Més. No cierro la puerta a volver a la política más institucional en el futuro pero ahora quiero centrarme en otros proyectos.

¿En Més existe el clan de Esporles o el de los ‘Finos’?

—Si uno se fija en los nombres, la verdad es que son graciosos. Pero en la actual ejecutiva está representado todo Més per Mallorca, sin tener en cuenta lo que algunos llaman familias. El partido está mejor que hace dos años. Además con los nuevos estatutos dejamos atrás a la coalición y nos convertimos en un partido que nos aglutina y nos hace una única familia.

¿Comparte la idea de Apesteguia de revisar el pacte y abrir la puerta a salir del Govern si se comprueba que no se cumplen los acuerdos de Bellver?

—El pacto se ha ido revisando. Pero hay que entender que hemos pasado una pandemia. Los socios nos hemos reunido decenas de veces y hemos tenido momentos de debate muy intensos. Pero insisto en algo fundamental. Sin Més en el Govern no habría decreto de posidonia, ni ampliación de la protección de Cabrera, ni renta social garantizada, ni ley de fosas, ni tasa turística, ni ley de cambio climático, ni ley de residuos. Creo que el balance es claro.

¿Més per Mallorca tiene que estar en el Govern siempre que se pueda?

—Més per Mallorca tiene que gobernar pero no a cualquier precio. Con la militancia hemos hecho el ejercicio de pensar en el país que queremos dentro de 15 o 20 años. Tenemos claro que hay que transformar nuestro modelo económico haciendo hincapié en la innovación, el medio ambiente, la sociedad de las curas, la cultura y la creatividad. Esas son las nuevas economías que queremos potenciar. No podemos seguir ni un día más con el 30 % del PIB dependiendo del turismo. Eso nos hace muy vulnerables. Cambiarlo tiene que ser nuestro objetivo si entramos en próximos gobiernos.

Si Més se reivindica como ecologista. ¿Qué han aprendido del caso de la autopista de Campos?

—Hemos aprendido que nunca más volverá a pasar una cosa como esa. Creo que en nuestra formación nos fijamos mucho en los fallos, eso es así y lo asumimos. Pero insisto en que podemos sacar pecho en muchas otras cuestiones. Somos conscientes de donde hemos fallado pero no hay que socavar nuestra autoestima, hay que celebrar los retos que se han conseguido gracias a nuestra gestión en el Govern, en el Consell o en Palma.

Su partido se define como ecosoberanista. ¿El soberanismo es sinónimo de independentismo?

—El soberanismo implica el derecho a decidir de un pueblo. Tenemos que poder decidir nuestro    modelo económico, como gestionamos los puertos y aeropuertos, el    modelo de producción alimentaria y evidentemente también implica el derecho a la autodeterminación. Al final el derecho a decidir de un pueblo es inherente a la democracia. Y más en una nacionalidad histórica como la nuestra.

En el fomento del uso del catalán parece que hay cada vez más camino por recorrer. ¿Qué piensa hacer Més?

—La nueva ley de educación refuerza el papel del catalán porque Més per Mallorca está en el Govern. La oficina de Drets Lingüístics es otro paso importante. Y como organización nos planteamos de que manera podemos hacer política para que ese tesoro que es nuestra lengua seduzca a toda la ciudadanía, sea cuál sea su origen.