La vacunación masiva ha tenido efectos muy positivos. | Teresa Ayuga

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La vacuna contra la COVID-19 ha tenido efectos muy claros en Baleares. Si se comparan la cuarta y la quinta ola de la pandemia, la principal conclusión que se puede extraer es que, pese a que en la última ha habido más contagios, se han reducido de forma significativa las hospitalizaciones y las muertes.

Desde el IB-Salut han recordado que la cuarta ola ocupó el periodo comprendido entre el 14 de diciembre de 2020 y el 4 de marzo de 2021, y durante ese tiempo fallecieron en Baleares un total de 350 personas. Mientras que en la quinta ola, que discurrió entre el 7 de julio de 2021 y el 25 de septiembre, murieron 136 personas. Cabe destacar que el mes de agosto ha sido el quinto más mortal de la pandemia, con 88 óbitos. Desde Salut lo atribuyen a que se trató de una ola con muchos contagios. Sin embargo, no hubo tantos como en las anteriores.

Si se toma como referencia aquellos días en los que se produjeron los picos de contagios de cada ola se puede observar que en la cuarta, cuando la población aún no estaba vacunada, hubo más hospitalizaciones. En concreto, el 2 de febrero de 2021 había 9.470 casos activos de coronavirus, de los que el 4,7 % tuvieron que ser ingresados en planta y el 1,4 % en la UCI. En el pico de la quinta ola, el 11 de agosto de 2021, había 13.680 casos activos, de los que el 2,5 % tuvieron que ser hospitalizados en planta y el 0.6 % en la UCI. Ese día el 66,4 % de la población diana de las Islas tenía la pauta de vacunación completa y el 76,5 % contaba con al menos una dosis.

El subdirector de Atenció Hospitalària del IB-Salut, Paco Albertí, explica que la principal diferencia entre la cuarta y la quinta ola han sido las medidas de aislamiento. «Durante la quinta ola ha coexistido la actividad COVID y no COVID en los centros sanitarios, se ha incrementado la actividad asistencial, las medidas de aislamiento eran menores y, fundamentalmente, ha habido un cuantioso incremento de la población flotante ante la llegada de turistas».

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Preguntado por el motivo por el que ha habido menos ingresos en la quinta ola, responde que «el principal factor ha sido la vacuna, que ha cumplido su función. La quinta ola ha llegado cuando aproximadamente el 60 % de la población diana estaba vacunada, y eso se ha notado».

Perfil de los ingresos

El perfil de las personas ingresadas en planta y en UCI inicialmente era el de gente más joven que en las anteriores olas, precisa Albertí, aunque, posteriormente, la edad media de los ingresos se fue incrementando. «Sobre todo se trataba de personas mayores de 60 años no vacunadas. La edad media de las personas ingresadas en UCI ha sido de 52 años», confirma.

Otro dato a destacar de las diferencias entre la cuarta y la quinta ola en Baleares es el tiempo de hospitalización. «En esta última ola el tiempo medio de ingreso eran 9,6 días en planta y 18,5 en UCI. Mientras que en la cuarta ola el tiempo medio de ingreso era de 22 días en planta y 24,9 en UCI».

En cuanto a los contagios, en la quinta ola ha habido más. El subdirector de Atenció Hospitalària del IB-Salut sostiene que «principalmente el motivo es la normalización de los hábitos de vida (menos restricciones), a lo que se suma un mayor número de gente joven no vacunada, ya que han sido los últimos grupos en sumarse a la vacunación, y al incremento de población por la llegada de turistas».

El apunte

Si hay una sexta ola, ¿seguirán bajando las hospitalizaciones?

El subdirector de Atenció Hospitalària del IB-Salut, Paco Albertí, prevé que si hay una sexta ola habrá menos personas que requieran hospitalización. «La proporción entre personas contagiadas y personas ingresadas sería menor», avanza.

Albertí explica que «en estos momentos, con más del 80 % de la población diana vacunada, lo importante ya no será el número de contagiados, sino el número de personas que ingresan en hospitales».