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En Baleares de cada vez se tienen menos hijos y más tarde. La brecha entre el deseo por se madre y la realidad sociológica no ha dejado de crecer tras la pandemia. Un hecho que ha provocado que los tratamientos de preservación de la fertilidad femenina aumenten en las Islas un 20 %, según datos del instituto de fertilidad IVI Mallorca. En el año 2019 se realizaron 110 vitrificaciones ováricas en las Islas, una cifra que se duplicó en 2020 a pesar de la pandemia.

La realidad es que la marcha de la sociedad y los cambios en los ritmos de vida han sido determinantes a la hora de cambiar estos fenómenos demográficos. La consecuencia más destacable de estos cambios sociales ha sido el auge que han experimentado los tratamientos de reproducción asistida. La vitrificación de óvulos, permitida en España desde 2006, es una de las que mayor crecimiento está experimentando. Esta técnica permite a una mujer congelar sus óvulos en un determinado momento de su vida y que se le implanten, fecundados, años más tarde. «La preservación de ovarios viene condiciona por el aumento de la edad de las mujeres, es una técnica que permite hacer una planificación familiar y mantenerlos fértiles para cuando llegue el momento indicado», afirma el Javier Marqueta, director de IVI Mallorca.

El médico explica que en los últimos años el número de mujeres que llega a las clínicas de fertilidad solicitando este tratamiento ha crecido exponencialmente y, además, con un perfil muy diferente: si en los años inmediatamente posteriores a la autorización de esta técnica se trataba de mujeres a las que se le había detectado un cáncer, ahora estos casos no son mayoría. «La fertilidad cae permanentemente, a un ritmo de un 5 % que se acentúa todavía más a partir de los 35 años. Por tanto, los óvulos de una mujer de veinte años siempre serán mejor que los de una de treinta. Uno de una mujer de veinte años es como tres de una de treinta», asegura Marqueta. Sin embargo, el doctor apunta que hay que tener en cuenta que la edad «tiene trampa» y que hay una diferencia entre la edad biológica y la fértil, «puedes tener 30 años pero ovarios de una mujer de 40 o de una de 28. Cada mujer es diferente», añade.

No se trata de algo baladí, ya que los expertos señalan que la edad es el mayor enemigo para la fertilidad. A partir de los 35 años desciende el número de ovocitos que genera el cuerpo y, además, estos son de peor calidad. «El problema con el que nos encontramos en las consultas es que estamos esperando a edades muy altas para preservar, la edad media en Baleares es de 36 años. Lo ideal sería hacerlo antes de los 30, pero normalmente no se dan las condiciones sociales ni económicas para hacerlo», explica Marqueta.

En cuanto el precio, varía dependiendo de la clínica privada, aunque suele oscilar entre los 2.000 y 2.500 euros. En algunos casos se tiene que pagar una cuota anual por la conservación de los óvulos que también varía dependiendo de la clínica. La ley obliga a los centros de fertilidad a cobrar una cuota a las mujeres que han congelado sus óvulos porque esta es una forma de que no se 'olviden' de ellos. Cabe señalar, que en el caso de mujeres en el que se les ha detectado un tumor y corren el riesgo de quedarse infértiles en IVI Mallorca cuentan con un plan totalmente gratuito para someterse al tratamiento de preservación.