Los alumnos disfrutan al máximo la media hora de recreo que pueden pasar en el patio y los docentes valoran positivamente ese tiempo de juego, deporte u ocio. En la imagen de archivo, alumnos del Col·legi Balmes realizando una actividad en uno de los patios del centro. | Julián Aguirre

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El Col·legi Balmes, centro concertado de Infantil y Primaria de Palma, ha implantado el uso del patio para el recreo en días alternos como medida contra la COVID-19. Es decir, los alumnos salen al patio un día sí y otro no.

Algunas familias han criticado esta medida porque «el pasado curso, cuando la situación era más difícil, todos los alumnos salían a los tres patios del centro dividiendo los espacios. No poder salir al patio cada día resulta especialmente complicado para los alumnos con necesidades educativas especiales. No lo sabemos con certeza, pero una explicación podría ser que el centro no dispone de profesores suficientes para vigilar los recreos. Lo que sí sabemos con certeza es que esta medida no figura en el plan de contingencia del centro contra la COVID-19».

Estas familias señalan que «la cuestión se ha puesto en conocimiento de Inspecció Educativa y este servicio de la Conselleria ha manifestado que el centro tiene autonomía para tomar este tipo de decisiones. Una alternativa podría ser el cierre temporal de la calle Pere II, donde se ubica el centro y que no deja de ser una vía secundaria, pero la dirección del colegio ni siquiera ha dirigido una petición al Ajuntament en este sentido. De este modo, cuando a los niños no les toca patio, permanecen en clase. Pueden hablar, pero no pueden correr».

Por su parte, Víctor Castillo, director, y Joan Antoni Serra, jefe de Estudios, explicaron ayer que «somos los primeros interesados en que los niños puedan salir cada día al patio y estamos en proceso de encontrar una solución. Se trata de que los niños puedan salir a lo largo de la mañana. Somos un colegio de barriada y, aunque tenemos tres patios, sus dimensiones son limitadas. Hemos tenido que reorganizar espacios y horarios, y hemos tomado la decisión de manera coordinada con Inspecció Educativa. También la expusimos al Consell Escolar. La inmensa mayoría de padres han considerado lógica la decisión».

Sobre la posibilidad de cortar la calle, Castillo indicó que «se trata de un barrio conflictivo y complicado. La verdad, prefiero que los niños no estén en la vía pública. La medida sólo afecta a Primaria, pues los de Infantil salen cada día en distintos horarios. Encontraremos una solución para tener patio cada día y asistir a todas las asignaturas al 100 %». 

El apunte

Desde octubre, con motivo de la jornada partida de clase

La implantación del patio en días alternos se aplica desde este mes de octubre, cuando se ha retornado a la jornada partida de mañana y tarde. En septiembre, el curso se inició con jornada continua y la medida no se aplicaba. Los padres críticos explican que «los niños nos decían que no tenían patio cada día y era difícil de entender, no sabíamos qué querían decir.    No creíamos lo que nos decían hasta que hemos comprobado que era cierto».