Los ejemplares más grandes llegan a alcanzar los 6 centímetros. | Antonia Vicens

TW
5

Antònia se llevó un susto mayúsculo cuando encontró lo que creyó que era un ejemplar muerto de avispa velutina o asiática en el interior de una maceta con agua. En la finca de su hija, entre Inca y Selva, no tenían noticias de que esta peligrosa especie invasora hubiera recalado en la zona. No obstante, gracias a los medios de comunicación, a esta mujer le había quedado claro que con la velutina no hay que jugar.

Entonces, ¿ante qué tipo de insecto nos encontramos? Personas conocedoras del mundo de fora vila tranquilizaron a Antònia en el grupo público que comparten en Facebook. No es ninguna avispa asiática, se trata de la avispa mamut (Megascolia maculata flavifrons), un curioso himenóptero que posee el mérito de ser la más grande de Europa, y el segundo tipo de avispa de mayor tamaño en todo el mundo.

Para los que como Antònia no lo tengan claro del todo, la avispa asiática hace algún tiempo que se erradicó de Baleares, donde las campañas de control de esta especie invasora, muy peligrosa para el medio ambiente y las especies autóctonas, han surtido un efecto espectacular. En zonas de la Península, como el norte, representa aún un serio problema y debido a eso no conviene la relajación ni bajar la guardia. Nunca se sabe cuándo puede reaparecer entre nosotros, y si eso sucede lo más importante es atajarla cuanto antes.

A la avispa mamut se la conoce con otros nombres. Por ejemplo, avispa puñal o de cuatro puntos, haciendo referencia a los puntos negros del reverso de su abdomen, que la hacen plenamente reconocible. Se trata de un tipo de avispa que puede llegar a alcanzar los seis centímetros de longitud, caso de las hembras más grandes, y no son peligrosas para las personas; cuanto menos no más peligrosas que las abejas comunes, aunque sus mandíbulas son grandes y potentes. De hecho, mucho más que eso. La avispa mamut cumple un importante papel polinizador que propaga la vida de nuestros campos y bosques.

Su gran tamaño y la cierta psicosis creada por la avispa asiática en España ha provocado que, como en el caso de Antònia, a veces la población se confunda. Entonces, ¿cómo podemos identificar con garantías a una avispa mamut y diferenciarla de una velutina invasora? Los expertos en este tipo de insectos destacan que su coloración es diferente de la asiática. Otro de los puntos que marcan distancia entre la avispa mamut y la avispa asiática es que las primeras no son agresivas. Tampoco forman colonias: nuestra avispa gigante prefiere vivir en soledad.

Y ya que dicen que una imagen vale más que mil palabras, vale la pena observar con atención este material gráfico elaborado por los especialistas de la Universitat de les Illes Balears (UIB), que permite apreciar las diferencias entre la avispa asiática y algunos de los distintos tipos de avispa que coexisten entre nosotros.