Las enfermeras han asumido el peso de la campaña vacunación contra la COVID-19. | Teresa Ayuga

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Si el mes de mayo se pusieron en Baleares 7.293 vacunas al día de media (51.056 semanales), en la primera semana de junio se ha casi duplicado. La campaña coge fuerza pero lo hace en la peor de las épocas, el verano. Salut encara el objetivo de alcanzar el 70 % de la población inmunizada con un déficit crónico de enfermeras cuando toca disfrutar de unas más que merecidas vacaciones.

La buena noticia es que ya se trabaja para paliarlo. A finales de mayo, el IB-Salut lanzó una llamada a las 250 enfermeras jubiladas, menores de 70 años, que quieran reforzar la campaña. Esta misma semana, además, también se ha pedido a las enfermeras que se vayan inscribiendo en una bolsa de trabajo que, junto con la subsidiaria, lleva meses agotadas. Por último, a mediados de junio se graduarán más de un centenar de estudiantes del grado que podrían sumarse a esta llamada.

Con una de las ratios de enfermeras por paciente más bajas del país (5,5 por cada mil habitantes) Baleares afronta ahora el reto de atraer a este colectivo pero las condiciones no son halagüeñas. «Ha habido gerencias que ofrecían contratos de dos meses mientras otras se pelean por ellas», denuncia el secretario general del SATSE, Jorge Tera.

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Si bien asegura que este año el verano se encara con «más contratos que otros por la COVID-19», también advierte que hay más necesidades «y no hay de dónde tirar». El Sindicato de Enfermería propone que se haga un registro de voluntarios para la vacunación, «hay gente dispuesta a hacer turnos extra al mes como se hizo en los tiempos más duros», concluye Tera que también propone sondear al sector privado.

«El déficit es crónico pero ahora se ve agravado con una campaña de vacunación masiva como nunca se ha visto y en verano además hay que cubrir las vacaciones del personal, la gente necesita descansar más que nunca», lamenta la presidenta del Col·legi d’Infermeria de Balears (COIBA), Maria José Sastre. Si por un lado recuerda que nunca se han cubierto el 100 % de las susituciones estivales, por el otro insiste en que «no podemos dejar de lado toda la actividad que se ha recuperado después de un año: consultas presenciales, cirugías… Nada puede dejarse de hacer».

Ambos piden más contrataciones porque no se pueden dar soluciones puntuales a problemas estructurales. Y si bien no se prevé ampliar plantilla, sí se ha trabajado en su temporalidad. Una quinta parte pasará a ser fija en septiembre, tras las oposiciones. Aún así el 25 % de los contratos seguirán siendo temporales.