Todas las estancias de esta casa en Lloret cuentan con vistas al campo. | JOSÉ HEVIA

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Dos proyectos mallorquines han conseguido colarse en la primera fase de los premios Mies van der Rohe 2022, que selecciona las mejores obras de la arquitectura contemporánea de la Unión Europea. La promoción de viviendas del Institut Balear de l’Habitatge (IBAVI) en la calle Regal 5, en la barriada de Son Gotleu, ha pasado la primera ronda. El otro proyecto insular es Casa Palerm, forma parte de un hotel rural localizado en Lloret de Vistalegre.

El edificio de viviendas sociales de Son Gotleu es obra de los arquitectos Carles Oliver, Alfonso Reina, Antonio Martín, Maria Antònia Garcías y Xim Moyà. Por otro lado, Casa Palerm es un edificio independiente en el campo mallorquín diseñado por el estudio OHLAB, firmado por los arquitectos Jaime Oliver y Paloma Hernaiz.

Estas viviendas sociales se hallan en Son Gotleu (Palma). Fotos: J. HEVIA

Seleccionados

Los candidatos mallorquines fueron propuestos por el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España y forman parte de los 449 trabajos seleccionados, procedentes de 279 ciudades y 41 países. Los proyectos se completaron entre octubre de 2018 y octubre del año pasado. En septiembre se anunciarán aquellos proyectos que pasarán a la segunda fase y en febrero de 2022 se darán a conocer los cinco finalistas y en abril, el ganador. La ceremonia de entrega del premio se celebrará en mayo.

El galardón Mies van der Rohe es el premio de arquitectura contemporánea más importante de la UE y está dotado con 60.000 euros y una escultura que representa el Pabellón Alemán, diseñado por Ludwig Mies van der Rohe y Lilly Reich.

El proyecto es obra de OHLAB.

Sostenibilidad y tradición en las VPO del IBAVI en la calle Regal, 5

Esta pequeña casa de vacaciones forma parte de un hotel rural en Lloret de Vistalegre. Siguiendo una arquitectura discreta, se integra con el entorno y busca la eficiencia económica y energética.

Pérgolas con techo de cañas, persianas mallorquinas y la plantación de árboles que dan sombra en verano son las soluciones energéticas que confirman la efectividad de la arquitectura tradicional. A esto se unen enlucidos de cal rústica, tejas, caña, madera y cemento para los suelos.

La persiana mallorquina vuelve.

El edificio, alargado y compacto, permite que todas las estancias disfruten de vistas al campo, aprovechen la luz del sol y la ventilación cruzada.

El marés es protagonista absoluto.

Sostenibilidad y tradición en las VPO del IBAVI en la calle Regal, 5

Se trata del primer proyecto realizado por el Institut Balear de l’Habitatge (IBAVI), que continúa la línea de investigación Life Reusing Posidonia en Formentera, galardonado a su vez en los premios FAD.

En la barriada de Son Gotleu, esta pequeña promoción de cinco viviendas distribuidas en tres plantas recupera el uso del marés, la piedra local de Mallorca, y sigue el sistema constructivo que utilizó Jørn Utzon en Can Lis.

Estas viviendas sociales suponen la recuperación de las pequeñas casas adosadas de marés y cumple además con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, reducido la contaminación un 75 por ciento.

El IBAVI promovió estas viviendas.